A la crisis energética no la para la recesión

A se le hizo difícil en los últimos días ser el "pibe 2", con 2% mensual de inflación y 2% de caída anual del PBI, así como se autodenominaba "el pibe 9", porque según él lograba esas , que hoy el Gobierno confiesa falsas.Para Kicillof, apremiado por el desempleo, una baja de apenas dos puntos en la tasa de interés del Banco Central trajo de nuevo la pesadilla de la batalla cambiaria que creía terminada desde la devaluación de enero. Según él, se había logrado "un nuevo equilibrio". El sacudón del blue de los últimos días indica que no. "Hay un ajuste contractivo que no para la inflación, pero complica el empleo; si se baja un poco la tasa de interés, se complica el mercado cambiario", dijo un banquero sobre la situación de estancamiento, y agregó: "Kicillof parece creerse Keynes y resulta que está como Erman González".Aludía a la situación de 1990, cuando la devaluación y el Plan Bonex, sucesivos ajustes muy fuertes del gasto público y tasas de interés altísimas no lograron bajar suficientemente la inflación. Hubo estanflación, se apreció la moneda y en enero de 1991 hubo que devaluar fuerte de nuevo. Es el escenario que padecía Erman González en el Ministerio de Economía. se las arregló de todos modos en el Banco Central para lograr lo que no pasa ahora: que crecieran mucho las reservas.Había motivos para la crisis, que parecen faltar ahora. La situación internacional era dramática, con tasas de interés altísimas y el país en completo default. La local era horrible: el país descapitalizado tras la "década perdida" del 80 y amenazado por un rebrote hiperinflacionario.Ahora las tasas internacionales son históricamente bajas y los precios internacionales de muchos bienes exportables, muy altos. Hay una descapitalización, pero esta vez producto de la "década ganada", que genera escasez de dólares.El sector energético es el talón de Aquiles del "modelo".El sábado...