La criatura más inquietante de Kafka cumple cien años

Gabriel García Márquez recordaba en su autobiografía Vivir para contarla que una noche, cuando era un joven estudiante, un amigo le prestó un libro para que le hiciera compañía hasta que lograra conciliar el sueño y atravesar así, tras la lectura, la velada de modo apacible: "Pero esa vez logró todo lo contrario: nunca más volví a dormir con la placidez de antes". Ese libro era La metamorfosis, precisaba el premio Nobel de Literatura, y agregaba que esta nouvelle de Franz Kafka marcó por entonces un nuevo camino en su vida y en su escritura. Una mañana, sin ningún tipo de explicación racional, Gregor Samsa, viajante de comercio, amanece convertido en un animal –la palabra insecto no le parece precisa a la abultada crítica que ha estudiado esta pieza– y comenzará un proceso de deshumanización que lo llevará hacia su muerte.

Hace un siglo se publicaba este relato fundamental de la literatura que sigue esparciendo sus patas y sus alas en autores como Haruki Murakami, cuya influencia explícita, luego de Kafka en la orilla, se palpa en la reciente Hombres sin mujeres, una colección de relatos donde incluyó uno llamado "Samsa enamorado". Murakami, que bien conoce la biografía de su colega checo, apeló en su texto al nombre del protagonista de La metamorfosis y al estado y motor que impulsó la escritura de este relato de 1915: el amor.

Daniel Desmarquest, en la biografía Kafka y las muchachas, precisa que el autor checo comenzó a darle vida a este relato a fines de noviembre de 1912 y recoge una carta que le escribe Kafka a su musa Felice Bauer: "Cuanto más escribo, más me libero, y tal vez sea más puro y digno de ti; pero seguro que todavía hay en mí muchas cosas rechazables". Kafka le confiesa a su amada que la relectura de algunos párrafos de La metamorfosis lo hizo llorar, "hasta el punto de verse sacudido en su silla".

Los lectores hispanos tardarían algunos años en leer este relato, Die Verwandlung, tal es su nombre original en alemán, que fue traducido al español con un sustantivo de origen griego, decisión anónima y hoy criticada por los expertos. La influencia que Kafka generó en Borges es incuestionable, pero no fue el argentino quien llevó a cabo la traducción de este relato trágico sobre Samsa, publicado en 1938 por la editorial Losada (sí tradujo y publicó ese año en la revista El Hogar el texto "Ante la ley"). Fue la revista española Occidente, dirigida por entonces por José Ortega y Gasset, en 1925, un año después de la muerte de...

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