Un creciente agotamiento moral

Gran parte de los argentinos manifiesta un creciente agobio. Ya no es sólo dolor por la inflexible decadencia política, económica y social, sino cansancio. Agotamiento. Nos hundimos sin haber sido ocupados por potencias extranjeras, ni haber padecido tsunamis catastróficos, ni ser masivamente asesinados por epidemias bíblicas, ni quemados por la lava de los volcanes. Nos hundimos por propia voluntad, al haber entregado por más de 70 años el timón de nuestra nave a una variopinta legión de malos o ineficaces dirigentes.Hace tiempo comparé nuestro país con un tobogán ondulante. Tobogán porque lo hace deslizar a uno desde lo alto hasta el piso. Ondulante porque en el curso de la bajada existieron instantes de subida, como las presidencias de Frondizi, Illia y Alfonsín (saboteadas por obstáculos ciegos o mezquinos).Nuestra historia es breve. Aunque no tan breve como quiere parte del relato oficial, que propone la fecha de comienzo en el año 2003 y tiene la ilusión de instalar a en el lugar de San Martín. ¡Ni a Enrique Santos Discépolo se le hubiese ocurrido tan disparatada profanación! Nuestra historia es breve, sí, porque luce dos siglos de vida independiente, con un somnoliento prólogo colonial. Pero la vida independiente estuvo signada por un conflicto que no cesa entre los proyectos ilustrados y verdaderamente progresistas contra los que prefieren el corral de la infancia pretérita, tan amada por el "revisionismo" histórico. La infancia pretérita es el pater familias , el caudillo omnipotente e infalible, el servilismo a cambio de la protección, la lealtad en vez del mérito, una corrupción sin límites ni vergüenza, descalificación de los adversarios, silenciamiento de la prensa, apropiación del Estado, devastación de las instituciones que garantizan la democracia, anhelo de perpetuación, hipocresía en el discurso, estímulo incesante del odio entre los ciudadanos, técnicas extorsivas. Quizá olvido otras características, para no ser demasiado duro... Esto ha sido común a Rosas, las dictaduras militares y parte de los gobiernos peronistas (cualquiera haya sido su tendencia dominante). Los proyectos ilustrados y verdaderamente progresistas, al revés, buscan los modelos que miran hacia futuro, que dignifican a cada hombre y mujer, que ponen a todos bajo límites de leyes sabias, parejas y estables, que jerarquizan el trabajo por encima de las limosnas, que premian el esfuerzo, que ponen una obligación junto a cada derecho, que estimulan el respeto del...

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