Crece la demanda mundial de asesores genéticos, ¿para qué sirven?

La genética no solo va a transformar la detección precoz de enfermedades, sino también su tratamiento

Recuerdo con nostalgia los anuncios de videntes de cartas del tarot en la televisión. En horario de baja audiencia, quirománticos y adivinos presentaban sus servicios a precio asequible. Eran principios de la década de los 2000. Precisamente fue durante aquellos años cuando fueron desveladas todas las cartas (o genes) que constituyen la especie humana.

El Proyecto Genoma Humano proporcionó la baraja que la naturaleza utiliza para desarrollar nuestro organismo . La totalidad de nuestros genes, el genoma, codifica cada una de las características del trillón de células que componen el cuerpo. Estos rasgos incluyen desde el color de cabello y ojos hasta aspectos clínicamente relevantes como las posibilidades de contraer cáncer de próstata.

Porque el riesgo de sufrir prácticamente cualquier enfermedad se encuentra influido por nuestro material genético. Analizarlo nos dice, por ejemplo, si un recién nacido va a tener una probabilidad alta o baja de padecer alzhéimer a los 80.

Una prueba rutinaria

Estos y muchos otros detalles ahora se pueden averiguar a través de una prueba de ADN, y sistemas de salud de países de todo el mundo empiezan a considerarla como una herramienta rutinaria. Por ejemplo, en el Reino Unido ya se secuenciaron 100.000 genomas de cáncer y enfermedades raras. A esto se suma un nuevo proyecto que relacionará la genética con la psicología y rasgos fisiológicos de 5 millones de participantes.

La genética no solo va a transformar la detección precoz de enfermedades, sino también su tratamiento. Nuestro conocimiento del genoma revela un panorama inédito capaz de procurar diagnósticos más precisos y terapias más eficaces.

Pero interpretar el ADN humano no es nada fácil. Cada persona, con sus decenas de miles de rasgos (físicos, psicológicos, anatómicos, etc.), contiene en sus genes una información descomunal que se hereda, transmite y difunde de generación en generación. Es tan grande el volumen de datos contenido en nuestro genoma que si se escribiese en formato de libro ocuparía 130 tomos y se tardaría en leer 95 años.

Nuestro conocimiento del genoma revela un panorama inédito capaz de procurar diagnósticos más precisos y terapias más eficaces

Proyección de futuro

Tanta información, combinada con la necesidad de manejarla dentro de un contexto médico apropiado, explica la aparición de una de las carreras profesionales más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR