Un costoso engranaje al servicio del fracaso

Sergio Massa

Ni siquiera Carlos Demián Mundín, dueño de BTU, la constructora que hará el último tramo del gasoducto Néstor Kirchner y promete inaugurar, como pide Massa, la obra el próximo 20 de junio, está seguro de tener los dólares para trabajar. O eso es, por lo menos, lo que Mundín les dice a sus pares en privado. Seguramente eso y algo de interés genuino lo habrán convencido anteayer de estar en el hotel Alvear, en el almuerzo que tuvo al ministro de Economía como orador. No fue el único. "Fui especialmente a verlo, porque no nos liberan ninguna importación", coincidió otro industrial ante La Nación. "Estamos todos en la misma", agregaron en una textil.

Parecen solo lobistas, no empresarios. Massa los atiende bien. Es lo que rescatan todos . Pero ni las sonrisas ni las promesas generan divisas. Y hay interlocutores que han empezado a dudar no ya de los juramentos de acceso al mercado único de cambios, sino de la coordinación entre los funcionarios del Palacio de Hacienda: cuando parece que la operación se aprobó, consultan las pantallas y advierten que los dólares siguen sin entrar. Este ejercicio constante les insume tiempo, recursos y energía. No solo cuando, como anteayer, la situación requiere interrumpir al ministro en una sobremesa, sino de manera continua. Hay empresas que han designado ejecutivos que tienen casi el 80% de su actividad ocupada en recorrer despachos para gestionar las autorizaciones. Y no siempre da resultado. "Dos gerentes míos fueron tres veces esta semana a la Secretaría de Comercio y les cancelaron las reuniones", graficó un fabricante.

El problema de los funcionarios del Palacio de Hacienda es que no tienen por ahora respuestas para dar. Y eso pone a todos tensos. Al ministro, por lo pronto, a quien se lo vio esta semana más preocupado que otras veces, y hasta molesto con canales de televisión que, dijo, parece que estuvieran haciendo todo lo posible para provocar otra corrida cambiaria. Son arranques de mal humor que lo sorprenden en general por la noche, cuando, como explicó en el Alvear, se dedica a "recorrer opiniones" al cabo de un día de trabajo.

La urgencia de Massa es acumular reservas en el Banco Central. Lleva perdidos 1000 millones en un mes. Sin dólares no hay programa: lo sabe perfectamente y esa es acaso la razón por la que viene anticipando en público el acuerdo con el Internal Revenue Service (IRS) de Estados Unidos para penalizar cuentas de argentinos no declaradas. Si, como trascendió, ese...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR