Las cosas hechas por la mitad

El último fin de semana salí a la ruta. Hacia tiempo que no viajaba hacia el oeste de la provincia de Buenos Aires y si mal no recuerdo pasaron casi 7 años desde mi anterior recorrido por la ruta 5.

En el recorrido encontré que muchas cosas habían cambiado y que otras, lamentablemente, no.

Obviamente, lo que voy a describir no es novedad para quienes a diario transitan por esa importante vía de nuestro país. Deben estar hartos de lo que yo apenas tuve que soportar un par de días.

Salí temprano desde la Capital Federal y tomé el Acceso Oeste en dirección a Luján; por allí todo muy bien y antes de llegar a Luján seguí por la ruta 5 por el tramo de casi 2 kilómetros de autopista que une el Acceso Oeste con la vieja ruta 7. Pero al final de ese pequeño recorrido me encontré con que el rulo y el viejo puente que cruza sobre las vías del ferrocarril Sarmiento siguen siendo los mismos desde hace decenas de años.

Para quienes no lo conocen va una breve descripción: tan viejo y angosto es el puente que cuando dos vehículos de gran porte se encuentran de frente no pueden pasar al mismo tiempo; sólo la paciencia y prudencia de los automovilistas permiten transitar esa zona sin lamentar muchos más accidentes de los que hay. También el pavimento tiene un...