La Corte Suprema se sumerge en deliberaciones antes del fallo clave

La Corte Suprema de Justicia está inmersa en un debate interno para terminar de decidir la situación de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli y teniendo en cuenta las implicancias jurídicas y políticas de esa decisión, que probablemente se demoré unas semanas, busca sumergirse en un cono de silencio y bajar el perfil.El volumen de ruido político que generó el caso y lade la semana que viene hacen conveniente llamarse a sosiego.La Corte le imprimió al asunto un ritmo vertiginoso la semana pasada, pues el martes, luego de aceptar el recurso de per saltum, suspendió los plazos y dispuso trabajar días corridos sin importar el calendario y los horarios judiciales. Tal es así que entre miércoles y sábado tuvo en sus manos la contestación del Consejo de la Magistratura a la demanda de los camaristas, abonando la idea de que regresen a los cargos que ocupaban en 2017 y 2018, y por otro lado tuvo el dictamen del procurador Eduardo Casal para pronunciarse en favor del trío de jueces.Pero no dictó ninguna sentencia en lo inmediato. No había consensos.Y en el medio pasaron cosas, pues el caso terminó exponiendo a la Corte en medio de la grieta. Cualquier sea el fallo iba a quedar en favor o en contra del Gobierno o de la oposición.El silencio a que se llamó el Gobierno apenas se conoció la sentencia del per saltum, con la idea de recomponer con la Corte, fue quebrado horas más tarde por contra el presidente de la Corte La diputada Vanesa Siley impulsada desde el Instituto Patria fue a fondo.Por otro lado, Rosenkrantz -tras lograr juntar a sus colegas para aceptar el per saltum- decidió avanzar un poco más e invitó esta semana a los organismos de derechos humanos y a la ministra Marcelo Losardo a relanzar los juicios de lesa humanidad.La respuesta fue la ausencia. Losardo primero había pensado en concurrir, pero luego cerró filas con el secretario de derechos humanos Horacio Pietragalla. Ministra y secretario firmaron una carta juntos declinando el convite.La reunión se hizo con los responsables de la Procuración, Diputados, la defensoría, la Cámara de Casación, el Consejo de la Magistratura y el CELS. Pero la seducción no alcanzó al kirchnerismo.En el seno de la Corte la convocatoria no sumó muchos fans. Algunos interpretaron que el Gobierno quedó mal parado con su ausencia, porque las acciones son la medida del interés, aunque otros -desconfiados de los héroes solitarios- evaluaron que toda la Corte quedó...

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