Satisfacción en la Corte por los cambios, pero también preocupación

El avance del oficialismo en el Congreso con la sanción de las leyes que integran la reforma judicial dejó en la Corte Suprema interpretaciones encontradas.Hay satisfacción por los cambios que se introdujeron en la Cámara de Diputados y porque, según ellos entienden, quedó en claro que no hubo un "pacto espurio" como había denunciado Elisa Carrió.Sin embargo, todavía prevalecen algunas preocupaciones vinculadas con el manejo de los fondos, con el funcionamiento de la Escuela Judicial y con la pérdida de facultades de las cámaras de apelaciones para nombrar subrogantes.Los ministros de la Corte coincidían en dejar trascender su satisfacción por el éxito de la gestión realizada por el titular del tribunal, Ricardo Lorenzetti, ante la presidenta Cristina Kirchner para conservar el manejo administrativo del Poder Judicial.En este sentido resaltan las notas que recibieron de la mayoría de las cámaras federales de todo el país, en las que reafirmaron su respaldo a la Corte Suprema por su defensa de la independencia judicial y el rol que cumple como cabeza del Poder Judicial.Esas notas eran la señal que los jueces supremos necesitaban frente a algunas dudas que habían surgido entre algunos jueces y la denuncia de Carrió sobre un supuesto pacto Corte-Gobierno."Fueron cambios positivos", aseguran en la Corte, a la vez que negaban que esa concesión hubiese sido el resultado del pacto denunciado por la legisladora en un plenario de comisiones en Diputados. "Un pacto es algo espurio, y no ocurrió nada de eso. Carrió estuvo mal informada. Se preservó la independencia", afirman en la Corte.En medio de esa controversia, el jueves último, el periodista Joaquín Morales Solá también reveló en LA NACION que si el Gobierno no accedía a los cambios solicitados, la mayoría de los ministros de la Corte estaba dispuesta a renunciar. Esa decisión hubiese tenido un fuerte impacto institucional.En los hechos, la Presidenta accedió al planteo y no hubo renuncia alguna. Pero, anteayer, en la Corte gustaban de resaltar aquel episodio. "La Corte debía conservar las facultades de superintendencia del Poder Judicial, porque de otra manera quedaría vacía y no podría desarrollar las políticas de Estado que viene ejecutando desde hace años. Eso no lo íbamos a tolerar. Mientras yo esté aquí, eso no va a pasar, y si pasa, me voy", se le atribuye haber dicho a uno de los más...

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