'La corrupción mata y también inunda', dijo el cura de Salto

La parroquia de la Conversión de San Pablo, en el centro de la ciudad de Salto, tiene casi un centenar de evacuados por la devastadora inundación. Su párroco, el padre Domingo Pisoni, está pendiente de cada centímetro en que el agua sube o baja, y no duda en señalar la responsabilidad de los gobiernos por la severa crisis.

"La corrupción no sólo mata, sino que también inunda", declaró el párroco en un diálogo telefónico con LA NACION, al dirigir sus críticas a los gobiernos que ejercieron el poder en las últimas décadas y no construyeron obras que hoy se reclaman.

"Hoy aporta más votos el Fútbol para Todos que hacer algunas alcantarillas", denunció, mientras combinaba con el municipio la atención de los evacuados en su propia casa parroquial, así como en otros colegios, capillas e iglesias evangélicas convertidos en centros de evacuación. El municipio reubicó a 600 personas y otros tantos se autoevacuaron.

Este año, el presupuesto de Fútbol para Todos asciende a $ 1742,7 millones anuales, gracias a un reciente refuerzo de $ 100 millones.

"No estoy diciendo nada novedoso. Es una cuestión de prioridades", dijo el sacerdote respecto del presupuesto. "Es importante Fútbol para Todos y que la gente pueda ver los partidos en su casa. Pero si por eso no se van a hacer obras y la gente se va a inundar, el costo es muy alto", señaló.

"Yo no soy un técnico, pero los estudios de la cuenca del Salado se hicieron hace más de 50 años. Se sabe lo que hay que hacer", se quejó el párroco, que nació en Salto hace 64 años y desarrolla su misión pastoral en esa ciudad bonaerense, que pertenece a la diócesis de San Nicolás de los Arroyos. Se espera que el obispo local, monseñor Héctor Cardelli, visite la zona castigada en las próximas horas.

El padre Pisoni atiende la parroquia céntrica de Salto desde hace tres años, pero conoce...