Corrupción: Luciani y el espinoso camino que implica investigar al poder

El fiscal Diego Luciani

Investigar al poder es, quizás, una de las tareas institucionales que más admiración despierta . Pero ese beneficio de pocos tiene un costo que no es posible pasar de largo: irremediablemente después de los primeros momentos donde se impone la satisfacción y el reconocimiento llegarán otros de desazón, dudas, distancia, además del difícil trance de la soledad. Sólo el tiempo y los hechos que sucedan en el proceso colocarán en su justo lugar el trabajo final de los investigadores. Mientras eso ocurra, sólo quedarán algunos, los importantes, los de verdad, los que, por cierto, son muchos menos que al inicio.

Los días del fiscal Diego Luciani cambiaron para siempre. C uando traspase la puerta de su casa, ya nada será igual.

La Argentina no tiene ejercicio en esto de que los poderes funcionen y que la Justicia se convierta en la que repare los excesos de la política. Mucho menos que en un gobierno kirchnerista se enjuicie y se le pida prisión efectiva a la única líder de ese espacio. Literalmente, se nota que no saben qué hacer.

Por ahora, el aparato oficialista se ha manifestado con voces unánimes: persecución y proscripción. Obedientes y sumisos, los funcionarios nacionales, provinciales y municipales sumaron su nombre a comunicados que les vinieron redactados. Ni siquiera se les ha conocido valentía para el silencio ante un proceso judicial por el que pasaron 114 testigos (muchos de su propio espacio político), se resolvieron 51 planteos previos y se tomaron 130 audiencias que demandaron más de 600 horas. La obediencia uniforme, más allá de que la acusada de ser jefa de una asociación criminal, Cristina Elisabet Fernández, como se la llama en Tribunales, tuvo todas las instancias posibles para desarticular los hechos.

En ese universo no hay miradas críticas sobre "la Jefa", y mucho menos lectura precisa de los hechos y las pruebas. Lo dijo el fiscal Luciani , ya sobre el cierre de su alegato: "Funcionarios de este gobierno se han atrevido a descalificar de manera dogmática y sin argumentaciones las investigaciones contra funcionarios y exfuncionarios acusados por graves hechos de corrupción con el único fin de menoscabar y desprestigiar al Poder Judicial".

La Real Academia Española describe tres acepciones para la palabra dogma. La primera dice que es una "proposición tenida por cierta y como principio innegable". La segunda, un " conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de...

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