El corazón le devolvió el pulso al frágil Argentinos

Se aferra a lo poco que tiene, a esa última oportunidad que le ofrece el calendario. Entre méritos propios y la ayuda ajena, llevó la definición a una nueva instancia, donde volverá a correr en desventaja. Pero nadie le puede arrebatar la ilusión. Argentinos se mira una y mil veces en el espejo y la imagen que se refleja es siempre diferente: un club caótico, capaz de emerger de entre las cenizas y, a los pocos años, saltar al vacío. A los tumbos desanda los torneos, apelando a viejas glorias para que no sólo lo rescaten, sino para que ellas carguen con el peso de conducir a los más chicos, esos que intentan darle continuidad a lo que en el pasado resultó ser el semillero del mundo. El corazón, más que el fútbol, le devolvió la esperanza. Estaba desorientado, como casi siempre a lo largo del campeonato: un grosero error del arquero Vargas lo asfixió, y cuando Lanús, el mejor del torneo, se preparaba para darle la estocada final, el amor propio le aceleró el pulso.

La página más insana del fútbol se escribirá a partir de dos equipos: Argentinos, que visitará a Atlético de Rafaela, y Sarmiento, que viajará a Bahía Banca, para medirse con Olimpo. Dos puntos (44 a 42)es la brecha que posiciona mejor a los juninenses en la dramática definición. Ganar y esperar, la única fórmula con validez; una receta sencilla para elaborar desde el discurso, pero que Argentinos apenas hizo efectiva una vez en todo el certamen: frente a Boca, dos partidos atrás. Quizás esa estadística que ensombrece envolvió la retirada de los futbolistas, cabizbajos, con la mirada extraviada, con la camiseta cubriéndole la cara.

"Se complicó. Teníamos la ilusión de ganar y la gente también, pero ahora nos toca estar así. Todo puede pasar. No estamos teniendo suerte, pero espero que el domingo podamos ganar y Sarmiento, no. No me importa quién haga el gol. A mí me importa ganar y que Argentinos se quede en Primera. Tenemos una vida más y trataremos de hacer lo nuestro, que es ganar y después ver qué pasa", sostuvo el uruguayo Bueno, el delantero que rescindió su contrato con Sarmiento y firmó en la Paternal.

Así como su destino no está en sus manos, algunas cuestiones que sí le corresponden se salieron del eje. El técnico Sanzotti quitó del puesto a Lanzillotta y le entregó la responsabilidad a Camilo Vargas, el colombiano que empezó custodiando el arco en los primeros seis partidos (16 goles en contra). Un yerro del...

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