A contramano

Nueva York.- Todo contribuye a que sobresalga en la imagen: el sol, que solo parece iluminarla a ella y elige dejar en las sombras a los demás, mientras cruzan la calle hacia un lado y ella es la única que avanza a contramano. Y, por sobre todo, lleva en su manita un insoslayable ramillete de globos blancos refulgentes como única compañía. Está aferrada a ese bouquet en un claro intento de que no se le escape y lo esgrime como un estandarte, como una demostración de que no está sola en realidad, porque ella vela por ellos y ellos, por ella. Pero, por más prestancia que denote su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR