Entre la continuidad sciolista y el misterio macrista

Pese a que las encuestas no lo favorecen, Daniel Scioli se resistió en el cierre de la campaña a diferenciarse del gobierno de Cristina Kirchner y esbozó muchas más señales de continuidad que de cambio. Mauricio Macri, por su parte, renovó su mensaje de unidad nacional y de ruptura con el estilo confrontativo del kirchnerismo, pero se abstuvo de brindar mayores precisiones en materia económica, poniendo casi todo el énfasis en que convocará a gobernadores y candidatos presidenciales de todas las fuerzas políticas a un diálogo que pueda derivar en consensos.

En el acto de La Matanza, Scioli volvió a parecerse menos a Scioli que a la Presidenta. Especialmente, cuando atacó a su adversario de Cambiemos y denunció la existencia de un "brazo judicial" que busca dar "un golpe de mercado", en referencia al reciente allanamiento al Banco Central ordenado por el juez Claudio Bonadio ante la denuncia sobre presunta defraudación a la administración pública con la venta de dólares a futuro. El candidato del Frente para la Victoria insistió en que "los peronistas tenemos que defender las conquistas de estos años" y planteó que la opción es entre ellos y el "capitalismo salvaje" que, a su juicio, se oculta detrás de la palabra "cambio".

Scioli recitó así al pie de la letra el relato kirchnerista. Aunque quizá no tan bien como su compañero de fórmula, Carlos Zannini, quien planteó una antinomia entre Estado y mercado y llamó a no devolverles el poder a "los grupos concentrados". Tanto este discurso como el del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, concluyeron con menciones a Perón y Evita, junto a las de Néstor, Cristina y Alberto Balestrini, poniendo de manifiesto su intención de recrear el sentimiento peronista y de captar posibles votos de esa extracción que recogió Sergio Massa en la primera vuelta.

El otro eje del gobernador bonaerense pasó una vez más por subirse al carro del papa Francisco, aprovechando una inconveniente expresión del asesor macrista...