Con el consistorio, el Papa apunta a la periferia y a los problemas sociales

ROMA.- Nunca antes la Iglesia Católica había visto entrar en su club más selecto, el colegio cardenalicio, a prelados oriundos de lugares tan remotos como Tonga, Cabo Verde o Myanmar.

Hoy, en el segundo consistorio de su pontificado, en el que creará 20 nuevos cardenales -15 electores de 13 países y cinco no electores (mayores de 80 años)-, dejará en claro su preocupación por la periferia del mundo y sus problemas, así como su intención de seguir ampliando el colegio cardenalicio para que represente a una Iglesia universal y diversa, no eurocéntrica y cerrada, como en el pasado.

La gran mayoría de aquellos que hoy, en una ceremonia solemne en la Basílica de San Pedro, recibirán el birrete color púrpura y el anillo cardenalicio -que en el futuro tendrán la ardua tarea de elegir al sucesor del en un eventual cónclave-, viene de países lejanos, con realidades sufridas.

Como en el anterior consistorio sucedió con Haití, por primera vez en su historia Tonga, pequeña isla en el océano Pacífico bajo amenaza por los efectos del cambio climático, tendrá un cardenal. Lo mismo sucederá con Myanmar (ex Birmania), país de mayoría budista, marcado por una sangrienta dictadura militar, y Cabo Verde, ex colonia portuguesa famosa por sus playas, pero donde el tráfico de drogas, la criminalidad y la prostitución están a la orden del día.

También será creado cardenal el arzobispo de Morelia, zona de México golpeada por la guerra entre carteles del narcotráfico; el de Bangkok (Tailandia); Hanoi (Vietnam); Addis Abeba (Etiopía), ciudades marcadas por tremendas desigualdades entre ricos y pobres, criminalidad organizada y corrupción.

No son los únicos de la "periferia". Rompiendo por segunda vez la tradición que indicaba que las grandes ciudades de Italia-como Turín o Venecia- deben ser sedes cardenalicias, Francisco optó por premiar a esos obispos con "olor a oveja" de otras ciudades menos importantes de la península.

Así, Agrigento, Sicilia, región que como ninguna otra vive el drama de las oleadas de inmigrantes que llegan desde África, volverá a tener un cardenal. El arzobispo de esta ciudad, Francesco Montenegro, conoció de cerca a Jorge Bergoglio en julio de 2013, al darle la bienvenida cuando hizo su histórica visita a la diminuta isla de Lampedusa, símbolo del drama de los inmigrantes que mueren en el mar Mediterráneo en su escape de guerras, miseria y desempleo.

También recibirá el birrete el arzobispo de la ciudad de Ancona, en el centro de Italia...

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