Conocerse, ser inquietos y protagonistas, las claves para despertar la vocación

A Julián Barki no le costó descubrir su pasión: a los seis años se fascinó con un avión y a los doce ya supo que quería ser piloto. Las complicaciones aparecieron cuando se enteró de que para aprender a volar debía poner sobre la mesa el valor de dos autos 0 km. Y entonces la pregunta inevitable: ¿dejar su sueño de lado por esta barrera económica o hacer algo? Hizo algo: encontró una escuela de vuelo virtual y gratuita en la que estudia desde hace cuatro años. Y ahora, dentro de tres días, hará su primer vuelo completamente solo. "A veces el amor más imposible termina siendo el amor más verdadero", dijo antes de bajarse del escenario.

Barki fue uno de los tres sub 20 que formaron parte de un grupo de oradores, como el doctor en biología Diego Golombek, el experto en recursos humanos Alejandro Melamed, el organizador de TedxRíodelaPlata Gerry Garbulsky y el innovador Gino Tubaro, que a través de sus experiencias les propusieron a los mil jóvenes de 16 y 17 años que los escucharon ser protagonistas de sus propios caminos y de sus elecciones para encontrar su vocación.

De eso se trató la primera edición de Experiencia Provocación, un encuentro que se realizó ayer en la Usina del Arte, que llamó a los chicos a ser proactivos, inquietos, a hacerse preguntas, a conocerse y a animarse a dar los pasos necesarios para conseguir sus objetivos. Porque, a fin de cuentas, así serán personas más felices en sus trabajos.

"El día que esté en zona de confort voy a estar tranquilo." Ese enunciado, para Melamed, es falso. Al menos para él: porque de lo contrario no hubiera dejado, luego de 17 años, un empleo que le dio satisfacciones y reconocimiento para comenzar de cero con su propia consultora. "Para innovar uno tiene que salir de esa zona...