La confianza en alza: San Lorenzo espera el partido con optimismo

No será el paraíso, pero en la ciudad deportiva no hay repercusiones de goleadas, de discusiones, de modificaciones. Si en Núñez el piso es flotante, en el Bajo Flores el césped está reluciente, recién cortado. Es curioso: San Lorenzo tuvo un semestre pasado deslucido, un discreto paso por el Mundial de Clubes y, sin embargo, con un par de buenos refuerzos y luego de una poco exigente pretemporada (en cuanto a amistosos de riesgo), es el candidato a consagrarse en la Recopa. Es cierto: la paternidad millonaria es exagerada y el Ciclón no gana en el Monumental (la primera final será pasado mañana, en ese escenario) desde 2004. Sin embargo, por el clima, por las sonrisas, por el poderío (San Lorenzo, ahora mismo, puede armar dos equipos de categoría), es el favorito. Una Mercosur, una Sudamericana, una Libertadores. ¡Por qué no la Recopa Sudamericana, en tiempos en los que San Lorenzo desafía a su propia historia! El Ciclón perdió el trofeo en 2003: 2-0 le ganó Olimpia, en Los Angeles, al equipo que conducía Rubén Darío Insúa, ganador de la primera Sudamericana.

Edgardo Bauza está entusiasmado. Con Franco Mussis, con Matías Caruzzo, con Sebastián Blanco. Con los refuerzos, con los que estaban. Sabe que San Lorenzo tiene, al menos por estas horas, las de ganar. Al menos, así se siente el grupo en la intimidad. Pero pisa el freno, como lo señala su propia historia. "El resultado del clásico fue más por errores de River que por virtudes de Boca. No analizo el último partido de River, porque nosotros jugamos de otra manera", confía. Insiste, siempre con su modo sereno, en relativizar los días, los momentos, los partidos: "Un mal resultado no va a hacer que River cambie la forma de jugar. A River lo analizo por lo que es, no por lo que está viviendo".

Torrico; Buffarini, Cetto, Caruzzo y Mas; Kalinski y Mercier; Verón, Romagnoli y Barrientos; Matos sería el equipo titular. Néstor Ortigoza llegaría con lo...