Un compromiso vital y multitudinario

En el último fin de semana, muchos se movilizaron. El sábado, Día del Niño por Nacer, la Marcha por la Vida partió desde Plaza Italia hasta las inmediaciones de la Facultad de Derecho en contra de la legalización del aborto y en favor de los derechos del niño por nacer.Si bien la propia Conferencia Episcopal había propuesto sumarse "sin confrontaciones, respetando el derecho a la libre expresión que debe primar en estas horas difíciles de diálogo y encuentro entre los argentinos", y que la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas era una de las entidades convocantes, podría decirse que no se trató de una cuestión de aristas religiosas; tampoco políticas. De hecho, muchas organizaciones se hicieron presentes: +Vida, Argentina Pro Vida, la Red Federal de Familias, Médicos por la Vida, Abogados por la Vida y grupos de estudiantes universitarios y secundarios, entre muchos otros.Sin ningún "aparato" detrás, las estimaciones de los organizadores hablaron de unas 300.000 personas solo en la ciudad de Buenos Aires. En un clima de alegría y frescura, se dieron cita familias enteras, parejas de la mano y grupos de amigos, jóvenes y adultos mayores, junto a sacerdotes, religiosas, abogados y médicos de guardapolvo blanco que apoyan la objeción de conciencia que los asiste. Cantaron consignas, agitaron banderas, pañuelos y pancartas alusivas, sin actitudes amenazantes, sin ánimo de cortar las calles y dando lugar organizadamente al tránsito vehicular a lo largo de más de una decena de cuadras. Una organización impecable para un acto que no contaba con apoyo económico ni logístico y una clara manifestación de cómo la voluntad mancomunada detrás de una convicción permite lograr excelentes resultados. En un clima de respeto y con una conducción prolija, en el escenario montado llamó la atención un grupo de jóvenes que cantaban con lenguaje inclusivo y los valiosos testimonios de un grupo de personas con síndrome de Down que agradecían haber nacido; también pasó por allí la representante de una organización de la sociedad civil en Santa Cruz, nacida para brindar apoyo y contención a mujeres embarazadas, que hoy integra una red de 200 instituciones a lo largo del país a través del 0800-333-1148 y que resiste la presión política del Estado para imponerle condiciones antes de otorgarle aportes. Se sumó también un grupo de veteranos de Malvinas, "defensores de las dos islas y de las dos vidas", que plantearon una nueva batalla, la de...

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