Complots útiles para encubrir fracasos

Cristina Kirchner está convencida de que la Argentina es víctima de una conspiración global. Un complot urdido para escarmentarla por haber desenmascarado al capitalismo, demostrando que http://www.lanacion.com.ar/1625100-la-presidenta-ignoro-el-consejo-de-echegaray-y-prorrogo-el-blanqueo-de-capitalesLa última vez que expuso esa tesis fue la semana pasada, cuando habló en las Naciones Unidas. Para la Presidenta, como para tantos argentinos, esa creencia es tan atractiva que no requiere ser demostrada. Además, la existencia de una gran confabulación le permite desentenderse de innumerables episodios que ocurren a su lado y que podrían ofrecerle otra explicación de los problemas. Es decir: si el bosque no le tapara el árbol, tal vez la señora de Kirchner advertiría que la conjura más eficiente para dañar a su gobierno la orquestan día tras día sus propios funcionarios.El indicio más reciente de esta intriga es http://www.lanacion.com.ar/1625175-senado-leyes-economicas-presupuestoHubo que prorrogarlo mediante un decreto tan urgente que obligó a Carlos Zannini a incurrir otra vez en errores de gramática. Guillermo Moreno, una figura digna de Titanes en el Ring , presentó la extensión del jubileo como un triunfo sobre el recaudador Ricardo Echegaray, que había condenado la experiencia. Pero, si se observa bien, el resultado del combate fue el inverso. Moreno no pudo cumplir con la promesa que había realizado a "la señora", entre otras razones poderosas, porque el recaudador lo boicoteó.Los directivos de algunas cerealeras negociaron con Moreno un acuerdo fiscal y cambiario a través del cual comprarían Baades por 500 millones de dólares. A cambio de esas divisas, Moreno prometió ejecutar las devoluciones pendientes de IVA; terminar con los pleitos sobre retenciones, derivados de la ley Martínez Raymonda, y habilitar un mercado secundario para que el Baade tuviera liquidez.La probabilidad del pacto dividió a los exportadores de granos. Sólo dos empresas confiaron en Moreno. Ganaron la apuesta las que se mostraron pesimistas.Echegaray enfureció con el pliego acordado por "el ferretero", como llaman a Moreno sus rivales. "Van a pagar hasta el último peso que me deben", tronó. Una reacción natural: Cristina Kirchner premia o castiga al titular de la AFIP según la cantidad de pesos que recaude. Pero la inquina de Echegaray también fue un vuelto por la cruzada de Moreno y de su esposa, la escribana Marta Cascales, contra el cepo cambiario. Extraña cruzada porque...

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