Un complejo ajedrez político

Mauricio Macri urdió durante el viernes y el sábado, con ex candidatos y gobernadores, la red sobre la que deben sostenerse los anuncios que comenzarán esta mañana en Pergamino. En el corazón de la pampa agraria, anunciará la eliminación de las retenciones para todos los granos salvo la soja. Los productores de esa oleaginosa tributarán 30%, en vez de 35, como hasta ahora. Hay muchas razones, sobre todo económicas, para la urgencia del Presidente por comunicar esa medida.

Pero la más elemental tiene que ver con la política: la franja amarilla que, en el centro de la Argentina, identifica los votos de Cambiemos parece calcada sobre el mapa del conflicto de los Kirchner con el campo.

En la conferencia de la UIA, Macri insistirá en la liberación de exportaciones. Tampoco las industriales deberán pagar impuestos extraordinarios. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, adelantará que las importaciones se regularán por criterios compatibles con los de la OMC. Es el fin de las DJAI. El próximo paso sería unificar el tipo de cambio. Levantar el cepo. Se espera que ocurra también esta semana.

Macri sólo podía divulgar estas novedades después de demostrar que controla el marco general de la política. Del 51% que obtuvo en el ballottage, 21 puntos porcentuales corresponden a votantes que en la primera vuelta habían preferido a otro candidato. Por eso era relevante para él conseguir el acuerdo de sus competidores. Incluido el que representa al kirchnerismo: Daniel Scioli. Sólo faltó Nicolás del Caño, quien recibió el reproche de Jorge Altamira, su aliado dentro del trotskismo. El almuerzo con los líderes provinciales completa aquel tejido. Ellos controlan el Senado y la primera minoría de la Cámara de Diputados.

Macri obtuvo un éxito importante. Al sentar a los gobernadores a su mesa demostró que la disciplina federal sigue basándose, como durante el reinado de los Kirchner, en la caja. El encuentro fue un golpe a la estrategia de oposición intransigente de la ex presidenta. Ningún mandatario de provincia elogió el orden anterior. Al contrario, felicitaron al anfitrión por retomar una costumbre abandonada. Y un detalle significativo: a pesar de las idas y venidas de su oficina de ceremonial, Alicia Kirchner terminó concurriendo. Pidió auxilio porque su provincia la está pasando mal. Se ve que a Santa Cruz no llegaban las delicias del "modelo".

En la conversación con ex candidatos y gobernadores, el Gobierno consiguió un apoyo decisivo: el aval...

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