Ni el comienzo de la 'convención Trump' tapa las divisiones de los republicanos

CLEVELAND.- Fue bautizada la "convención Trump", y ya en sus primeras horas de vida mostró las divisiones reinantes entre los republicanos, justo cuando el partido buscaba mostrarse unido en el puntapié inicial de la pelea por la Casa Blanca.

Unos 50.000 republicanos inauguraron en Cleveland la Convención Nacional Republicana, que encumbrará a Donald Trump como candidato presidencial.

La convención aspiraba a curar las heridas de la brutal interna, que dejó al partido fracturado. Pero ayer el caos irrumpió en el encuentro cuando los delegados del movimiento Nunca Trump intentaron forzar un voto sobre las reglas de la convención, definidas hace una semana, con el solo propósito de teñir la coronación de Trump. Su intento fracasó, pero la pelea quedó a la vista de todos.

Además de proclamar la fórmula partidaria y presentar la plataforma -que este año incluyó la propuesta de Trump de construir un muro en la frontera con México-, las convenciones partidarias en Estados Unidos ofrecen una oportunidad única para instalar un mensaje, pulir la imagen del candidato y sepultar los rencores de las primarias.

Pero la "convención Trump" es distinta.

Muchas figuras republicanas, espantadas con la interna y su candidato, no pisarán Cleveland. Y otros, como el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, vendrán porque no tienen más remedio, pero nadie espera que le den un respaldo contundente y entusiasta a Trump.

Las medidas de seguridad son extremas. El centro de Cleveland parece una zona militarizada. El Quicken Loans Arena, sede de la convención, fue acorralado con vallas de alambre de dos metros de altura y bloques de concreto. En las calles se ven manifestaciones, agentes del servicio secreto, policías locales y estatales y soldados armados vestidos con ropa camuflada. En los controles de seguridad se revisan bolsos, computadoras y teléfonos móviles. Las protestas, hasta el momento, han sido pacíficas.

Y ya en el primer día Trump sepultó una tradición política y pisó el escenario para hablar, por primera vez, y presentar a su mujer, Melania Trump. No esperó a su discurso del jueves para irrumpir en escena.

"Ésta es una convención Trump", había anticipado ayer por la mañana, de entrada, en una conferencia de prensa, el director de la campaña de Trump, Paul Manafort. El objetivo, agregó, es que la gente conozca más a Trump, "el hombre".

Manafort intentó relativizar las divisiones lo mejor...

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