Colonia Elía: donde un cártel invirtió en tierras y casi funciona un estado paralelo

COLONIA ELÍA, Entre Ríos.- Durante la siesta, las calles de Colonia Elía están desiertas. Sólo vuela tierra por el intenso viento que arrecia desde el río Uruguay. Casi ninguno de sus 1500 habitantes se atreve a romper ese ritual de descanso que en esa zona del Litoral no se discute.

Pero esa quietud aparente encierra una historia que durante el último tiempo rompió lealtades y silencios en un lugar donde, hace cuatro años, desembarcó un grupo de narcos colombianos al mando de Jairo Saldarriaga, alias "Mojarro", quien fue miembro de las Fuerzas Armadas Republicanas de Colombia (FARC) y sicario del colombiano Daniel "El Loco" Barrera Barrera, uno de los distribuidores de cocaína más grandes en la historia que hace 10 días fue sentenciado a 35 años de prisión por una corte de Nueva York.

¿Por qué este grupo capitaneado por Mojarro hizo pie en esa zona? Se sospecha, según la investigación que realizó la justicia federal, que esta banda tenía interés en invertir en tierras. Se comprobó que adquirieron una estancia de 18 hectáreas en el paraje Arroyo Molino, cuya ribera está sobre el río Uruguay y sólo unos metros de la frontera. Hay indicios sobre más inversiones.

A Saldarriaga lo conocían en el pueblo como Carlos Brausín García, una de las tres identidades falsas con las que se manejaba el narco, que fue asesinado el 14 de abril de 2012 de tres disparos en la cabeza y uno en la espalda, cuando caminaba por Recoleta.

En Colonia Elía, a 35 kms de Concepción del Uruguay, tenía como su principal alfil a Fabián Montañana, un técnico agropecuario y pianista de 40 años, que fue condenado en julio de 2015 a dos años y medio de prisión por lavado de dinero de fondos del narcotráfico en una causa en la que se investigó el contrabando de 114 kilos de cocaína en un buque de bandera liberiana a Europa.

Montañana manejaba el campo que Saldarriaga compró en Arroyo Molino, a 40 km de allí, y que hoy vive su ex mujer Alexandra Solana Estrada. Ese campo fue registrado a nombre del correntino Gerardo Ruidíaz, a quien se le descubrieron precursores químicos para la elaborar cocaína.

Tras la ejecución de "Mojarro" por la que fue condenado a perpetua a Jonathan Aristimuño, de 26 años, Montañana se encargó de tratar de vender el campo. Había otros colombianos que andaban en la zona que habrían reclamado deudas de Mojarro, entre ellos, el "guía espiritual" de Cali Ángelo Leonardo.

Cristina Racigh, madre de Montañana, quien estuvo sospechada de ser parte de la...

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