El COI, entre la continuidad y la renovación

El olimpismo es conservador. En 119 años de historia tiene tantos presidentes como secretarios generales la ONU: ocho. Pero la ONU es 51 años más joven. Seis dirigentes buscan ahora suceder al belga Jacques Rogge y encabezar el movimiento olímpico. La decisión se tomará el próximo martes, el último día de la 125a. Asamblea del COI, que se desarrollará desde pasado mañana en Buenos Aires.El favorito en las encuestas es el alemán Thomas Bach, un abogado de 59 años con fluidos contactos en Asia, que ocupa desde hace 13 años una vicepresidencia del COI. Sus máximos oponentes son el puertorriqueño Richard Carrión, un contador experto en negocios que maneja el Departamento de Auditoría del COI; y el ucraniano Sergei Bubka, tal vez el mejor garrochista de la historia, quien aporta a la elección el costado deportivo. El cuarto es Ng Ser Miang, de Singapur. Detrás, el suizo Denis Oswald y Ching-Kuo Wu, de Taiwan.Bach encarna la continuidad del movimiento que encaramó a Rogge a la presidencia. Tiene la edad justa (59 años, ni tan joven como Bubka ni tan longevo como Oswald) y una sólida red de contactos. Además, es un veterano del movimiento olímpico: su primera aparición en un congreso del COI fue en 1981, en Baden-Baden, Alemania. Bach tenía dos padrinos envidiables: Horst Drassler (fundador de Adidas) y Juan Antonio Samaranch (entonces presidente del COI).Desde sus comienzos, como integrante de la Comisión de Atletas (fue medalla de oro en Montreal 1976 en esgrima por equipos), Bach no paró de crecer en el organigrama del COI. Este abogado conjugó su actividad en el movimiento olímpico con los negocios privados. Su cargo de presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio Árabe-Alemán le granjeó el acceso a los máximos inversores en el deporte mundial: los jeques. Bach es un experto lobbista, por lo que era cuestión de tiempo para que los millonarios asiáticos se le acercaran. Le reprochan sus vínculos con el jeque Ahmed Al-Sabah (Kuwait). Al-Sabah preside el Consejo Olímpico Asiático, que reúne 45 comités de ese continente. Al-Sabah dirige, además, el fondo de desarrollo olímpico del COI, que tiene un presupuesto superior a los US$ 400 millones.En el currículum de Bach figura su actividad como asesor de Siemens, salpicada por un caso de corrupción en 2008. Los detractores de Bach afirman que sus contactos con Al-Sabah y otros multimillonarios árabes le posibilitaron conseguir inversores kuwaitíes para la empresa. Como si algo le faltara a su perfil, Bach...