Sin códigos,sin límites

No es nuevo. El fútbol argentino está cada vez más violento. Los jugadores no se respetan, se toman en serio eso de "ir a cada pelota como si fuera la última" y caminan por la cornisa entre lo permitido y lo prohibido. El escándalo se desató en Racing vs. Lanús, pero hace tiempo que los futbolistas cruzan los límites y reciben la complicidad de los árbitros, que muchas veces no sancionan con dureza las infracciones. El disparador lo generó el patadón de Mauro Camoranesi a Patricio Toranzo, que finalizó con el tumulto y la expulsión de ambos en Avellaneda, pero dos días antes, Carlos Soto, lateral izquierdo de All Boys, le pisó la cara a Cristian Díaz. Le generó un corte en el rostro al jugador de Newell's, pero las consecuencias pudieron ser peores.El día después del empate entre académicos y granates, sus protagonistas siguieron el round en los micrófonos. "Camoranesi es un cobarde y tiene que hacerse ver por un psicólogo. Encima ya tiene antecedentes. Lo que hizo no fue normal. Creo que la situación se le fue de las manos, pero me molestaría que juegue hasta el final del torneo", opinó Toranzo en Radio La Red, y agregó: "Si me hubiese pegado en la nuez, estaríamos hablando de una tragedia. En el vestuario escupí sangre y me asusté".El cruce, sumado a los insultos que intercambió con Diego Simeone, DT de Racing, llegó hasta Italia, donde Camoranesi se nacionalizó y fue campeón del Mundo en Alemania 2006. El diario Corriere dello Sport tituló: "Camoranesi perdió la cabeza. Las imágenes no dejan dudas". El volante suele estar involucrado en incidentes de este tipo, como sucedió en la pretemporada de verano en un amistoso con Juan Pablo Rodríguez, de All Boys.Sin embargo, lo que sorprendieron fueron las palabras de Nicolás Russo, presidente de Lanús, en 90 minutos de fútbol , por Fox Sports: "Vi lo de Camoranesi, pero hubo varias jugadas graves, como la patada de Teo Gutiérrez a Goltz. Hacía años...