Era la ciudad más peligrosa del mundo y se está convirtiendo en una meca de la inversión tecnológica

Arreglos florales en silletas de la Feria de las Flores de Medellín

MEDELLIN. - Es una sensación extraña la de ver a un policía bailar salsa. Mueve las caderas al ritmo de la música, sonriente y en público. En cada mano pareciera sostener una maraca imaginaria, y las agita, primero la izquierda arriba y la derecha abajo, después al revés. Y más extraño aún es verlo con otros policías que bailan salsa, más de 10 oficiales, todos juntos, acompañados por una banda también formada por policías, que tocan salsa, sobre un camión especialmente diseñado para la ocasión, decorado con flores de los colores de la Policía Metropolitana de Medellín , todo verde y amarillo.

"¡Aguardiente Antioqueño 24 grados sin azúcar!", grita uno de los animadores del tradicional desfile de la Feria de las Flores , encargado de animar la grada 18, patrocinada por el Aguardiente Antioqueño 24 grados sin azúcar, mientras pasa el carro con los agentes. "Tenemos una relación de amor-odio con la policía", le dice un vendedor ambulante de cigarrillos a LA NACION. "Pero en general hay mucho respeto". Las miles de personas que siguen el desfile desde las gradas, o en filas improvisadas de sillas al lado de la calle, o incluso desde los árboles, aplauden, gritan y saludan a los oficiales. Y toman aguardiente.

Medellín -nicho del famoso cartel del narcotraficante Pablo Escobar- fue el escenario de la operación más grande y sangrienta de las fuerzas de seguridad colombianas contra la guerrilla urbana. La operación Orión , de 2002, se llevó a cabo en la Comuna 13 , al oeste de la ciudad y, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, dejó un saldo de 17 muertos por la fuerza pública, 71 por paramilitares, 80 civiles heridos y 105 personas desaparecidas.

Locales gastronómicos en la Comuna 13 de Medellín

Hay rastros de ese enfrentamiento, en forma de murales, grafitis y pintadas, por toda la ciudad. Pero la vida en Medellín cambió significativamente. En el pico del Conflicto, como lo llaman los locales, la capital de Antioquia , el segundo centro urbano más grande del país después de Bogotá , era considerada la ciudad más peligrosa del mundo. La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, en 1993, era de 382. Hoy es de 7,6. El cambio se ve también en las iniciativas de transporte público, que buscan integrar las comunas de la ciudad y, más recientemente, en las inversiones de importantes empresas tecnológicas, que intentan modificar el perfil productivo -y educativo- de...

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