Los círculos que definirán quién será el próximo presidente

La política argentina se define dentro de poco más de un mes entre dos círculos. El "círculo virtuoso" y el "circulo vicioso", los adjetivan en la Casa Rosada. El kirchnerismo prefiere otros calificativos, pero le presta igual atención a la dinámica circular que muestra .El primer círculo, el "virtuoso" en la terminología macrista, alude a la retroalimentación entre la y la lenta recuperación de la imagen del presidente .La posibilidad de una continuidad sin sobresaltos tranquiliza a los mercados y sus efectos estabilizadores favorecen, a su vez, la posición electoral del oficialismo. Ambos fenómenos se alimentan mutuamente. El kirchnerismo aporta una ayuda inesperada para el mismo circuito: se esforzó en moderar su discurso camporista para capturar al votante del medio y en su esmero alejó los peores espectros del mercado. En contra de sus deseos, el discurso asimilable de colabora con las necesidades financieras de Macri.El segundo círculo, el "vicioso", resume el trance electoral que el Gobierno necesita desterrar para darle verosimilitud a un segundo mandato. Alude a un escenario donde el kirchnerismo logra una ventaja tan significativa en las que los mercados interpretan irrecuperable para el Gobierno.En esa circunstancia, el resultado revive los espectros y las variables financieras se desestabilizan, en desmedro de las posibilidades electorales de Macri. Es la predicción que el macrismo trabaja por erradicar del futuro, un círculo donde se retroalimentan las malas noticias para el Gobierno.En los informes que circulan en los fondos de inversión, una brecha de 10 puntos entre la primera fórmula y la segunda es leída como irreparable. Mientras que una diferencia cercana a 5 puntos sería interpretada como una buena noticia para Juntos por el Cambio, que muestra mayor capacidad de capturar adhesiones entre los votantes de otras fuerzas.La polarización en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado, alcanza niveles astronómicos.Hubo encuestadores que le aseguraron a la gobernadora María Eugenia Vidal que las dos fuerzas principales se llevan el 80% del electorado. Ya no existen los tercios.En el terreno bonaerense se define la compulsa determinante y Vidal enfrenta la cuesta más empinada. Pero el final se mantiene aún abierto. De ahí las miradas suspicaces sobre los intendentes y la convicción de que, más allá...

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