Cinco Balones y un Olimpia, perdonalos

Alguna vez la Argentina disfrutó del mejor futbolista del planeta y parecía que esa distinción no se iba a repetir. Hasta que... En 2006, el italiano Fabio Cannavaro alzó el Balón de Oro, pero con poco más de un año en la primera de Barcelona se anotaba un tal Messi en la posición 20a, con un voto. El elegido había llegado. La Pulga quedó tercero en 2007, segundo en 2008, escaló a la cima en 2009 y desde entonces apenas le soltó dos premios a CR7. Pero al dueño del penta dorado en la Argentina todavía se lo revisa con sospechas. Discutirlo a Messi es una impertinencia que la sensatez tarda más de lo aconsejable en restaurar. Siempre se le reclamará ese amor patriótico, barato y demagogo..., y lo más preocupante es que en ese faltante se exigen indeseables conductas de nuestra descompuesta sociedad.

Flota un absurdo rechazo que nunca terminará de esfumarse en la Argentina. Nunca, porque una consagración en Rusia 2018 también dispararía veneno y venganza: "¿Por qué no lo hiciste antes?". Mientras el mundo abdica ante él, que solamente un Olimpia de Oro aparezca en su fabulosa vitrina no reconoce ninguna explicación deportiva. Rescató la marca albiceleste del olvido futbolístico; nadie en la historia ganó cinco Balones de Oro ni nadie integró la terna durante nueve temporadas seguidas. CR7...