Ciencia: ¿Hay diferencia entre el cerebro de los hombres y el de las mujeres?

La tumba del francés Gustave Le Bon es una de las más escupidas y profanadas en el cementerio parisino de Père-Lachaise. No sin razón. El 11 de octubre de 1890, este hombre barbudo cargado de odio y cegado por los prejuicios propios y de su época publicó el más virulento ataque contra las mujeres de toda la literatura científica moderna. En un ensayo titulado "La psicología de la mujer y los efectos de su educación actual", este aficionado a la antropología y la psicología escribió: "En las razas más inteligentes, como sucede entre los parisienses, hay gran cantidad de mujeres cuyoA Le Bon también se lo recuerda por su libroDurante siglos, losPara comprobar sus teorías y ante la imposibilidad de medir y pesar el cerebro de mujeres vivas, Le Bon inventó en la década de 1870 un dispositivo, que llevaba a todas partes: el cefalómetro portátil, una especie de regla ajustable de bolsillo para medir diversos ángulos, diámetros y perfiles de la cabeza. Con los años, se convirtió en una de las armas más famosas de la por entonces naciente ciencia de la craneometría. Le Bon la usaba para medir narices, orejas, frentes, mentones y protuberancias craneanas de cualquiera que se le atravesara en su camino, y así probar con cifras precisas, objetivas e irrefutables la supuesta diferencia biológica humana: en especial, la inferioridad de las mujeres, así como la de los miembros de sociedades no europeas, justificando de paso su colonización.Aristóteles no tenía razónLe Bon no estaba solo en esta cruzada. Ni era el primero que pensaba de esta manera. Casi 22 siglos antes, Aristóteles escribió que las mujeres eran "hombres fallados, mutilados" y "el primer paso en el camino hacia la deformidad". O que los hombres y las mujeres naturalmente diferían tanto física como mentalmente. Las ideas de "El Filósofo" -como se lo conoció durante la Edad Media- perduraron más de 2000 años.En los siglos XVIII y XIX estaba bien aceptada la idea de que las mujeres eran inferiores desde el punto de vista social, intelectual, emocional. "En cuanto al poder de reflexión, la mujer es totalmente incapaz de competir con el hombre", dijo el antropólogo británico J. McGrigor Allan en un discurso en 1869. El presidente de la Asociación Médica Británica, William Withers Moore, advirtió, en 1886, sobre los peligros de educar en exceso a niñas y jóvenes, pues sus sistemas reproductivos podrían verse afectados.Por entonces, era también muy popular la convicción de que elEl antropólogo...

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