Chubut en crisis. Al borde del caos, una provincia paralizada y endeudada

RAWSON.- Las paredes de la carpa son un museo de los últimos dos meses. Las inscripciones en tiza sobre los bloques de madera y las lonas que cubren el lugar, protegiéndolo del frío y el viento patagónicos, mantienen un registro de los picos de tensión entre los empleados estatales y el gobierno provincial. Sobre la entrada del lugar, una suerte de refugio emplazado en el medio de la calle frente a la municipalidad, están las excusas de los funcionarios para prolongar la espera del pago de los salarios, que se volvió eterna. "Estamos gestionando", dice una. "Me bicicletean", dice otra. Más allá, escrito sobre una capa colgante de polietileno que cumple una cuestionable función de techo, alguien escribió un mensaje para la intendenta de esta ciudad: "¡Pagá, bicha!". sentados en círculo alrededor de la salamandra en el centro de la carpa. Las risas se pisan con los gritos de los que quieren darles contexto a esas frases, pero solo se entienden palabras sueltas. Cifras, nombres, insultos que vertebran el hastío. Es 29 de agosto y, como dispone la tradición, habrá ñoquis. Horacio piensa en su ocurrencia, ríe y la comparte: "Es el día del político".En Chubut hay una mezcla de enojo y resignación. Enojo, por el nuevo apretujón financiero que vive una provincia endeudada al extremo. Resignación, porque no se percibe una salida en el corto plazo. Es más, solo se ven intentos de empujar los problemas que acucian hoy para más adelante cuando, se sabe, volverán a aparecer. Porque, como si fuera una expresión en miniatura de la Argentina, en esta provincia las crisis son cíclicas y ahora está atravesando una más, pero con un nivel de crispación más alto que otras veces.Hace varias semanas que Chubut está paralizada. Los empleados estatales están de paro, no funcionan los tribunales, el Concejo Deliberante de esta capital está tomado, la obra social del Estado presta servicio solo algunos días a la semana, las guardias de los hospitales están colapsadas, la actividad en los yacimientos petrolíferos se alteró y las rutas están cortadas, al igual que las calles. El malestar con el gobierno provincial crece cada día y tiene en pie de guerra a todos los gremios, así sean del grupo de los conciliadores o de los más combativos.no tiene plata. Recién el viernes último terminó de pagar los sueldos de julio, que fueron abonados de forma escalonada, desde los que tienen menores ingresos hasta los que cobran más de $65.000 por mes. Pero lo que era un problema de solvencia para pagar los...

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