Los choferes de De Vido: la historia de la remisería que fue cooptada por el kirchnerismo

El Ministerio de Planificación tenía debilidad por los choferes, una relación que se construyó sobre la base de la confianza. y su séquito de colaboradores compartieron todos sus movimientos con esos conductores durante más de una década. Testigos privilegiados de , la permanencia de al volante terminó por convertirse en una cuestión de Estado.Cuando desembarcaron en la Casa Rosada, De Vido, y muchos otros funcionarios de los ministerios de Planificación, Economía y Producción se encontraron con una camada de unos 100 choferes que ya trabajaban para el Estado de forma tercerizada, a través de una "remisería" externa.Había sido una herencia de fines de los 90, cuando el Ministerio de Economía adjudicó el contrato a la sociedad Transcom Service SACI, una firma con domicilio en un edificio del partido de San Fernando, sin local a la calle, que se dedicaba exclusivamente a ofrecer viajes para los funcionarios públicos.Los choferes de Transcom le facturaban a la empresa, que, a su vez, le cobraba al Estado nacional por el servicio.En esa remisería tocó la puerta para pedir trabajo.El chofer debió poner su auto al servicio del Estado. Como ocurrió con otros de sus colegas, a Centeno se le asignó un secretario de Estado, Roberto Baratta, y allí quedó afectado de forma permanente. Sabía de memoria los gustos, los movimientos y las costumbres de su jefe. Y los registró en que abrieron una investigación inédita sobre . Pero no fue el único con información sensible.El pago del silencioA la hora de hacer el "trabajo sucio", algunos choferes debieron probar su fidelidad y su interés. Según pudo reconstruir LA NACION, uno de los choferes -cuyo testimonio llegó a oídos del juez - relató que uno de los colaboradores de De Vido le ofreció US$500.000 para hacerlo cómplice de .El exfuncionario le dejó tres días una valija con fajos termosellados en el baúl del auto. Pero el chofer rechazó el ofrecimiento y no tocó un peso. Enseguida, el conductor fue trasladado a otras funciones más mundanas dentro del ámbito del ministerio.Otros aceptaron ser parte de esos recorridos para recolectar los sobornos de los empresarios.A cambio, los choferes "fieles" tenían su recompensa. Era habitual que recibieran "préstamos" de dinero, que les solucionaran problemas con el Estado y hasta les podían conseguir un préstamo hipotecario exprés si necesitaban construir su...

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