La chilenización no llega al kirchnerismo

Gabriel Boric

Un mensaje tácito llega desde Chile luego del triunfo de Gabriel Boric y su coalición de izquierda e i nterpela directo al gobierno de los Fernández y al kirchnerismo . No los deja bien parados. Las elecciones chilenas pusieron en claro otra vez que la derrota de las autodenominadas fuerzas populares no es inexorable en América Latina y que el triunfo de la derecha o centroderecha que el kirchnerismo agita como fantasma no es un tsunami imparable que marca el reloj de la historia. La Patria Grande con la que sueña el kirchnerismo es un territorio en disputa. En algunos países, las izquierdas y las centroizquierdas ganan ganando : Boric ahora; Pedro Castillo en Perú en julio de este año. En el mismo sentido, las encuestas en Brasil proyectan un regreso triunfal de Lula en las presidenciales de 2022. Es decir, en la Argentina, la derrota kirchnerista de noviembre y el achicamiento significativo de su base electoral no es un signo inevitable de los vientos que soplan en la región. Al contrario, es obra toda de la gestión kirchnerista . La derrota es toda suya y se agranda en el contraste con los países vecinos.

El kirchnerismo representa el caso de la izquierda, o al menos una cierta forma de ser izquierda, jaqueada sobre todo por su extensa responsabilidad en la serie histórica que acumula indicadores de pobreza, inflación y estancamiento, empeoramiento educativo , todo en alza. En América Latina, parece la peor de todas: los cuatro kirchnerismos quedan en offside cuando se comparan sus indicadores claves con los de la Concertación chilena , por ejemplo, que redujo la pobreza, y creó crecimiento y calidad e inclusión educativa. Un avance al menos en comparación con naciones similares del continente.

El clamor por mayor igualdad y equidad que le dio el triunfo a Boric no se da en un vacío. Hay contextos que condicionan; otros que habilitan. En el caso de Chile, hay un contexto sostenido de estabilidad macroeconómica, reducción drástica de la pobreza y mejora del PBI per cápita . Queda mucho por mejorar, pero hay mucho construido y reconstruido a partir del regreso de la democracia en Chile: en parte, la posibilidad de reconducir la fuerte protesta popular en un proceso virtuoso electoral, de rituales institucionales que superan la polarización, y de reforma constitucional superadora es producto de una normalidad económica alcanzada. Una forma de progreso que permite sacar la nariz fuera del agua y exigir más a la política . Los...

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