Muy cerca del nuevo default

Borges decía que dos coincidencias pueden ser obra de la casualidad. Si son tres, estamos ya ante una decisión divina. El criterio tiene validez también en el vulgar terreno de la política. El Gobierno decidió, en un arranque intempestivo, Optó también por una política de transporte aéreo que derivó, ayer, en El tercer episodio de la secuencia se conoció anoche: la Argentina está mucho más cerca de protagonizar El noveno.Las negociaciones con los acreedores se rompieron. La versión más optimista es que se ingresó en una impasse. Latam y son tres puntos que determinan una recta: en un contexto de parálisis de la vida material, con un Estado que se financia a través de montos aterradores de emisión, el país se desconecta de las redes de inversión. El financiamiento queda estrangulado. Es la peor estrategia para salir de la recesión, que es el mandato que recibió de las urnas.A última hora de ayer se conoció el endurecimiento de las negociaciones entre y los acreedores en dólares con jurisdicción internacional. La señal de guerra fue que ambas partes divulgaron sus propuestas. Las explicaciones preliminares fueron discordantes. Entre los bonistas se alegaba malestar por la intención de dividirlos con privilegios arbitrarios. En el entorno de Guzmán hablaban de que ya era imposible hacer más concesiones. Ambas razones pueden ser verdaderas. El ministro realizó una jugada incomprensible anteayer. En un desafío al principio de no contradicción, la Secretaría de Finanzas sostuvo que para fortalecer el mercado de en pesos se les iba a dar un en dólares a los que no quieren pesos, pero quedaron atrapados con bonos en pesos. Fue interpretado como un traje a medida para fondos como Pimco o Templeton, que habían comprado esos instrumentos en la crisis de 2018, en una apuesta errónea a la estabilidad de la moneda local.Los acreedores se irritaron también porque el ministro, que les venía hablando de su afición intelectual por las "unidades de deuda contingente" (en inglés value recovery instruments), como se denomina a los cupones atados a variables como, por ejemplo, las exportaciones agropecuarias, relativizó su propuesta, que ahora aparece en términos potenciales. Ese bono pagaría un interés no superior a 0,75% en el caso de que el promedio de esas exportaciones, en los últimos cinco años, supere determinado monto. Y siempre que las del año en que se paga no hayan caído por debajo de cierto nivel.Al parecer, Guzmán teme sufrir las consecuencias de...

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