El celular pierde su lugar en la mesa de los restaurantes

"¡Desenchufate! Si apagás el celular durante tu almuerzo, te descontamos el 10%." La invitación a un oasis de desconectividad puede leerse en la pizarra que domina la entrada del palermitano restaurante Fifí Almacén, donde también se muestra a modo de icónico manual de instrucciones el dibujo de una pequeña caja de madera como las que en ese local ofician de centro de mesa. Allí, los comensales pueden dejar apagado su celular, beneficiarse con el descuento y, también, disfrutar de la comida y de la compañía sin interrupciones.

"Mucha gente, mucha más de lo que esperábamos, adhiere a la propuesta", asegura Luciano Combi, de Fifí Almacén, y agrega que no pasa día en que al menos en alguna mesa los celulares duerman la siesta. La buena receptividad ante estos empujoncitos que ayudan a desconectarse por un rato se refleja en que cada vez son más los restaurantes que ofrecen a cambio del celular off algún tipo de beneficio.

El restaurante del tradicional Club del Progreso y el de comida italiana La Baita, por ejemplo, también ofrecen descuentos a quienes dejan el celular en la puerta (15% y 5%, respectivamente), mientras otros, como Monzú Pizzería Bar, compensan a quienes acceden a una transitoria dieta digital con algunas entradas gratis. La iniciativa no es una idea made in Argentina: son numerosos los restaurantes de los Estados Unidos, Europa e incluso Asia que han adherido en los últimos años a la idea de premiar a los comensales que apagan sus celulares.

"En el restaurante, la idea de ofrecer un beneficio para quienes apaguen el celular durante la comida surgió de forma un poco casual, cuando hicimos las cajitas de madera como centro de mesa para que las personas dején ahí el teléfono -cuenta Luciano-. Como durante la semana al mediodía viene mucha gente a reuniones de trabajo, pensamos que era una buena idea proponer que se desconecten un rato mientras comen. Hoy, desde nuestro lugar, vemos que cambia un montón la dinámica de las mesas en las que comen con el celular apagado: no se sumerjen en la pantalla y no les queda más remedio que conversar, concentrarse en la comida y en su compañero o compañera. Y eso está bueno."

"Fue interesante desconectarme por un par de horas, no chequear mails y disfrutar de una charla entre amigas que no nos veíamos hace tiempo", cuenta Marcela Jinete, de 32 años, diseñadora industrial que almorzó en Fifí Almacén el miércoles pasado, en una mesa donde los celulares permanecieron apagados durante nada menos...

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