A la caza de Mercedes

Es cierto que "las carreras hay que correrlas". Esa vieja frase se repite antes del inicio de cada competencia, más allá de la categoría que cobija a la prueba. Si todo fuese tan preciso y entre lo teórico y lo práctico, las emociones se reducirían casi hasta la inexistencia. Pero también es verdad que en la disciplina con mayor tecnología del mundo, donde los avances aeronáuticos se aplican casi al instante y que la mayor expresión mecánica y electrónica, los vaticinios aminoran el margen de error. Mercedes, el equipo que abrumó con su notable superioridad en la temporada pasada, es el máximo favorito para llevarse los campeonatos de la Fórmula 1 en el ejercicio que en pocas horas comenzará en el bello circuito urbano de Albert Park, en Melbourne, Australia.

De la mano del monarca, Lewis Hamilton, y del alemán Nico Rosberg, el team alemán se posiciona como máximo candidato. No sólo por el nivel de competitividad exhibido en los ensayos en los circuitos españoles de Jerez de la Frontera y Montmeló. Ese dominio contrasta con los problemas que padecen sus rivales, que no logran alcanzar un rendimiento competitivo.

En las cuatro jornadas en la pista andaluza y en las dos semanas en el asfalto catalán, Mercedes fue inalcanzable con sus registros (en algunos casos con neumáticos medios cuando el resto utilizaba los blandos). Además, fue el que mayor recorrido alcanzó, demostrando velocidad y confiabilidad. Ambas características posibilitaron completar todos los simulacros que tenía previstos.

Si se obtienen los mejores registros de cada uno de los pilotos durante la pretemporada, el más veloz fue Rosberg, con un tiempo de 1m22s792/1000. Detrás se ubicó Hamilton, a 230 milésimas de segundo. Tercero apareció el finlandés Valtteri Bottas (Williams), a 271.

"Lewis y yo somos un poco Federer y Nadal", afirmó Rosberg a la revista francesa L'Equipe, al referirse a la rivalidad que existe entre ambos. En definitiva, esa competitividad fue la que provocó mayor atención en una Fórmula 1 dominada exclusivamente por el equipo Mercedes.

Frente a esta polarización en el equipo (en Mónaco de 2014 fue el mayor punto de conflicto entre ambos pilotos), el austriaco Toto Wolff, director de Mercedes, confirmó que no habrá órdenes de equipo y que mantendrá el "vía libre" para ambos.

"No vamos a cambiar nuestra filosofía. Es importante que sigan luchando, aunque a veces sea difícil de manejar. Es por el bien de la Fórmula 1 y por el bien de Mercedes. El deporte tiene...

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