Cayó una mujer acusada de secuestros virtuales en la Capital

El teléfono de línea comenzó a sonar a las 3.30 cuando Edgardo E. descansaba en su casa del llamado barrio River, en Belgrano. Cuando atendió, lo primero que escuchó fue una voz de mujer que rogó: "Papá ayudame, me tienen secuestrada".

La comunicación la continuó un hombre que exigió: "Le vamos a cortar un dedo, dame todo lo que tengas". Entonces, juntó 1000 dólares y 500 pesos y los puso en un sobre blanco que dejó sobre la tapa de un tacho de basura sobre la cuadra de su inmueble, como le indicaron los secuestradores.

Poco después, cuando los delincuentes se habían llevado el dinero del rescate, Edgardo E. advirtió que había sido engañado por una banda de estafadores que le hacía creer a sus víctimas que tenían cautivos a familiares, modalidad delictiva conocida como secuestro virtual. Pero Edgardo E., a diferencia de la mayoría de las víctimas, hizo la denuncia en la comisaría 51a. en Belgrano. Corría el mes de febrero de 2014 y en las últimas horas, después de dos años y siete meses de investigación, el fiscal José María Campagnoli y detectives del Área División Delitos y Crimen Organizado de la Policía Metropolitana identificaron a dos presuntos integrantes de la organización criminal, ambos pertenecientes a la comunidad gitana.

Los detectives policiales, al mando del comisionado Gustavo Guillamón, hicieron varios allanamientos ordenados por el juez de instrucción porteño Guillermo Carvajal en los barrios de Villa Santa Rita y Vélez Sarsfield, donde detuvieron a Evangelina Grancha, que se sospecha era la persona que se hacía pasar por...