Catalejo: banco de alimentos

Hace unas semanas viajé a Jujuy por Aerolíneas Argentinas y me sorprendí con una gratísima novedad: nos informaron que lo que no se consumiera del catering -productos de primeras marcas: snacks, galletitas, alfajores- podía ser entregado a los auxiliares para contribuir con un banco de alimentos. En ese vuelo, la movida fue un éxito: vi que se recolectaba mucho más de lo que iba a la bolsa de residuos. Pensé: qué bueno, mañana o pasado muchos chicos podrán desayunar algo más que un vaso de agua o una taza de mate cocido. En un país donde miles de personas pasan hambre, clama al cielo que todos los días se desperdicien toneladas de comida. En los aviones, concretamente, reparten alimentos que, una vez devueltos por los pasajeros aun sin haberlos tocado, van a la basura.

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