La casta espera a Milei con los brazos abiertos

Javier Milei dio definiciones relevantes la semana pasada en el Council of the Americas.

Hay aspectos de la vida pública, algunas dimensiones de la historia de las sociedades que no nos llaman la atención en el día a día de las noticias, en los acontecimientos que por su impacto en la vida cotidiana interesan a mayor cantidad de gente. Son dimensiones que se mueven con otra velocidad y que no son tan perceptibles. Pero cuando, después de décadas, se mira retrospectivamente y se escribe la historia, muchas veces esas líneas de acción, esos movimientos más profundos del comportamiento de la sociedad en general, revelan que tuvieron una influencia extraordinaria en el curso que tomó la historia. Eso pasa habitualmente con las decisiones de política exterior. Por su naturaleza, no ocupan el foco de interés inmediato de las personas, sobre todo en momentos donde ese foco está muy tomado por angustias de la vida material. Muchísima gente se siente amenazada en su vida cotidiana por lo que viene de la vida pública. Pero después, cuando uno mira con otra perspectiva, advierte que determinadas decisiones que se tomaron en relación con el mundo y sus vientos tienen un impacto estructural sobre un país . Eso puede estar pasando en este momento con algunas decisiones que está tomando el Gobierno y que irrumpieron no en el centro de la escena, pero sí se hicieron notar en los últimos días.

Este lunes hay una noticia por un conflicto que aparece con Chile referido a mapas argentinos y chilenos del sur, de la zona económica exclusiva y la plataforma continental , donde, debajo de la isla de Tierra del Fuego, hay una superposición. Aparece un mapa chileno, que es la respuesta a un mapa argentino que terminó convirtiéndose en materia de una ley sancionada por el Congreso el año pasado . Un mapa de la marina chilena, no del gobierno chileno. Es de la marina chilena, como si también quisieran condicionar el discurso de Gabriel Boric, presidente de Chile, en esta materia, marcando una zona como chilena que la Argentina reclama como propia. Es aparentemente un detalle si no fuera porque ese territorio se proyecta sobre la Antártida, poniendo en duda derechos que son también derechos disputados sobre todo por la presencia china en la Antártida. Es un tema de la política exterior que empieza a ocupar la tensión.

Hay otro. El jueves pasado, Sergio Massa viajó a Paraguay . Viajó como parte de su campaña presidencial, utilizando el cargo de ministro de Economía para proyectarse en un nivel que no le daría el de mero candidato a presidente perdedor, de una fuerza que salió tercera. Pero claro, como ministro de Economía los demás gobiernos lo reciben. Y se sacó una foto de estética presidencial, con el presidente de Paraguay, Santiago Peña. En esa reunión de Massa, su equipo, y Peña, se discutió un problema que tiene que ver con el cobro de peaje en la hidrovía , por donde pasa el flujo de comercio que viene desde Brasil y Paraguay hacia el Río de la Plata y el océano. Se trata de un cobro de peaje que hace la Argentina y que es discutido por los demás países de Mercosur. La versión de los paraguayos es que en esa reunión Massa había prometido suspender el cobro hasta que se pueda aclarar la situación con los demás países que intervienen en la hidrovía, sobre la base de que hay un acuerdo de no cobrar ningún peaje salvo que sea por servicios efectivamente prestados. Pero después ocurre un incidente con una barcaza de bandera paraguaya pero de propiedad brasileña , que es detenida por no querer pagar el peaje. Y esto origina un conflicto con Paraguay y también con Brasil, un conflicto que lo lleva en medio de la campaña presidencial argentina al presidente Santiago Peña, con la potencia que tiene la voz de un presidente, a decir: " Y o a Massa no le compraría un auto usado ". De aquella foto presidencial del jueves se pasó el viernes a esta declaración que no es la mejor declaración que puede recibir Massa para impulsarlo en una campaña en la que viene remando, por seguir con términos náuticos, en contra de la corriente.

También se proyectó ese malestar en Brasil , donde Massa viajó este lunes. Y acá hay que prestar mucha atención a este viaje de Massa a Brasil, donde seguramente tuvo que dar explicaciones por el incidente de la hidrovía. La excusa del mismo es un tema por el cual en la Argentina se está jugando un incidente de la historia universal. Massa viaja a Brasil a encontrarse con su colega y ministro de Hacienda, Fernando Haddad. Con motivo de ese viaje para encontrarse con Haddad, pidió una reunión con Lula y él, gentilmente, accedió a sacarse una foto con Massa. Se trató de una foto incómoda porque cuando uno mira con detenimiento la relación de Lula con la Argentina en los últimos años, daría la impresión de que el presidente de Brasil está un poco cansado de verse manipulado por la política peronista y la interna kirchnerista. ¿Para qué viaja Massa? Para agradecer la gestión de Lula da Silva ante el presidente de China Xi Jinping. El centro de este problema, de esta historia, es el problema de siempre. Las reservas netas del BCRA son negativas en más de 10 mil millones de dólares. Pero, ¿cómo?, ¿no recibió dólares del FMI? Sí, el Gobierno recibió 7.500 millones de dólares que tuvo que devolver, en gran medida. De ese total, devolvió 3.500 millones de dólares que fueron a la CAF, a Qatar y a China que son tres sujetos que hicieron tres préstamos de muy corto plazo para que la Argentina no cayera en default con el Fondo. Entre septiembre y octubre, hay otros 3.500 millones que pagarle al Fondo. Por lo cual, estos fondos que recibió, el Banco Central no los puede tocar. Es como si no los hubiese recibido, por lo cual sigue habiendo una dramática falta de dólares.

Hay que leer con detenimiento el reporte que hace el staff del Fondo el viernes pasado , en el que cuenta detalles del acuerdo con la Argentina, un acuerdo que en los hechos ya se cayó porque no se cumplió ninguna de las metas. Ahí señalan dos cosas. Primero, que este desembolso está ligado a algunas "salvaguardas". Daría la impresión de que esta plata que le queda al BCRA no se puede tocar porque se definió que está destinada a pagar al propio Fondo. Es decir, no sirve para defender la cotización oficial del dólar y evitar...

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