Otro caso que permanecerá impune

Las principales causas en las que se investigan casos de presunta corrupción de funcionarios kirchneristas se van cerrando a un ritmo llamativamente veloz. Es lo que está ocurriendo en estos momentos con las del caso Skanksa y de la valija con 790.550 dólares secuestrada al ciudadano venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson en el aeroparque metropolitano en agosto de 2007.El caso Skanska, sobre los presuntos pagos de coimas y sobreprecios durante la ampliación de los gasoductos, sólo evitaría su cierre en el fuero federal si llegara a prosperar la apelación de una fiscalía de la Cámara de Casación.En cuanto al de la valija de Antonini Wilson, la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico resolvió que la maniobra que intentó el empresario venezolano y que impidió la agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria María Luján Telpuk, no consistió en un contrabando sino en un eventual lavado de dinero.Así, al cambiarse la figura penal opera la prescripción, pues el lavado de dinero prescribe a los tres años y ya transcurrieron cinco. Quedaría en pie solamente la infracción aduanera para Antonini Wilson, mientras que el otro imputado, Claudio Uberti, ha sido sobreseído por prescripción.Cabe aclarar que la Sala B no ha hecho más que aplicar en este caso la que ha sido su tradicional postura jurisprudencial sobre el delito de contrabando cuando su objeto es dinero.Uberti, ex titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) y embajador paralelo ante el gobierno de Hugo Chávez, compartió el vuelo desde Caracas con Antonini Wilson en un avión privado y, tras el secuestro del dinero, se comunicó varias veces con la quinta de Olivos. Uberti, quien se encontraba con una falta de mérito resuelta por el juez Daniel Petrone -luego ascendido a camarista-, también se vio beneficiado porque al reformarse el año pasado la ley antilavado de dinero, se eliminó la cláusula que agravaba la pena cuando el delito de blanqueo lo cometía un funcionario público. A Uberti lo defendía el mismo abogado que asiste al vicepresidente, Amado Boudou, en el caso de la ex Ciccone.En el transcurso de esta causa fue notoria la lentitud del juez Petrone y la consiguiente falta de resultados, que contrastó con el cúmulo de elementos recogidos en las notas de investigación publicadas por LA NACION y otros medios. También pudo apreciarse la velocidad con la que actuó la justicia norteamericana durante un juicio en el que allegados a Antonini Wilson fueron imputados de ser agentes del...

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