Caso Farré: 'Me dio mucha bronca cuando lo escuché hablar de sus hijos'

Desde hace dos años y medio, Matías Gorosito, un joven de 29 años y padre de dos hijos, trabaja como chofer para una línea de colectivos que recorre el distrito de Pilar. Durante siete días tuvo que dejar de lado su labor cotidiana para ser parte importante de un juicio por un brutal femicidio. La víctima, Claudia Schaefer. Él fue uno de los 12 integrantes del jurado popular que con su voto unánime condenó al acusado, Fernando Farré, a la pena de prisión perpetua.

"El mejor momento del juicio fue cuando nos aplaudieron después de que se conoció el veredicto. Fue un alivio grande. Me emocioné mucho", explica Gorosito en la puerta del Club Sportivo Pilar donde juegan al baby fútbol sus hijos, de 5 y 8 años.

Gorosito está orgulloso de haber integrado el jurado popular que condenó a Farré. Pero, en un primer momento, no quería ser parte del juicio. Se negó. El 29 del mes pasado, el primer día del debate, en el momento que se tenían que elegir entre 46 personas los 12 jurados titulares y los seis suplentes, el chofer de colectivos levantó la mano y sostuvo: "No quiero estar acá. La situación en mi trabajo es delicada y tengo a mi madre enferma. La realidad es que tengo la cabeza en otro lado".

Pero no pudo evitar la carga pública y quedó entre los elegidos para estar en el juicio como jurado popular. Hizo un último intento de zafar. Pidió hablar con el juez a cargo del debate, Esteban Andrejin. El magistrado le explicó que él no podía hacer nada. Ya estaba elegido

"Al final fue una experiencia muy buena porque en la TV te muestran parte de la causa, como jurado tuvimos la prueba completa", explica Gorosito con una sonrisa .

Al principio, el chofer de colectivos no podía entender por qué para salir a fumar o ir al almorzar tenía que estar acompañado por personal de la policía bonaerense. "No soy un chorro [sic] para que me sigan", les decía a los uniformados. Pero se terminó por acostumbrar a las normas de seguridad.

No se conocía con las otras 45 personas seleccionadas que llegaron al edificio de los tribunales de San Isidro, en Ituzaingó 340. Pero enseguida advirtieron el denominador común: la coincidencia del número 428 del final de sus DNI.

"Cuando me enteré del brutal homicidio por las noticias me conmoví", recuerda.

A pesar de que le complicó su vida cotidiana, como el cuidado de sus hijos, Gorosito se entusiasmó con el juicio. "El momento de mayor presión fue cuando nos quedamos solos en la sala de audiencia los 12 jurados para votar. Fue...

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