El caso Cabezas: un hito aciago en la historia del periodismo argentino

Placa en conmemoración de José Luis Cabezas en la cava donde el periodistas fue asesinado

En la historia del periodismo argentino no hubo nada igual a la cobertura informativa del homicidio de José Luis Cabezas.

Nunca antes del 25 de enero de 1997 se desplegaron durante casi un año, de forma ininterrumpida, tantos recursos humanos y técnicos para la difusión de las novedades que surgían de la investigación del asesinato del fotógrafo de la revista Noticias .

Pinamar, primero y Dolores, después, constituyeron los epicentros de la información del caso Cabezas.

Hasta el 9 de febrero, los móviles de cinco canales de televisión hicieron base en la comisaría de Pinamar. Allí se concentraron los reporteros gráficos y los enviados especiales de los diarios, agencias de noticias y las principales radios.

Debido al contexto histórico en el que fue asesinado Cabezas, el homicidio tuvo repercusiones políticas que afectaron a la Casa Rosada y al empresario más poderoso de la Argentina, en ese momento, Alfredo Yabrán, cuyos negocios crecieron de forma exponencial gracias a sus vínculos con la administración de Carlos Menem.

Y Cabezas había sido el fotógrafo que le puso rostro al empresario que hizo de su anonimato una de las fuentes de su poder. Hasta que Cabezas captó con su cámara a Yabrán en una playa de Pinamar, el empresario era el nombre que figuraba en las primeras líneas de las denuncias del, por entonces, ministro de Economía, Domingo Cavallo. Pero nadie conocía el rostro "del supuesto jefe de la mafia enquistada en el poder", tal como indicaba Cavallo en sus presentaciones ante el Congreso.

Debido a ese juego de intereses, entre los periodistas que se concentraron en la comisaría de Pinamar para obtener alguna noticia de la investigación, comenzaron a aparecer, fotógrafos con cámaras que tenían el lente tapado que, en realidad eran espías de la SIDE, que se dedicaban a escuchar las conversaciones de los periodistas.

Pero, el 9 de febrero, con las detenciones de Margarita Graziana Di Tullio, alias "Pepita la pistolera" y cuatro allegados, todos los equipos periodísticos se trasladaron a Dolores , donde funcionaban los tribunales en los que se desarrolló el proceso judicial para tratar de esclarecer el homicidio de Cabezas.

Antes que la investigación judicial se orientara hacia los integrantes de la banda de Los Hornos, que fueron contratados por los policías Gustavo Prellezo, Sergio Camaratta y Aníbal Luna para seguir, secuestras y asesinar a...

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