Casi siempre gana, pero... las críticas lo pinchan

Se ve que Pep Guardiola dejó la medida demasiado alta en Barcelona. Casi por las nubes. Si no, jamás podrá entenderse cómo los medios catalanes, fecha tras fecha, embisten contra Gerardo Martino. Las explicaciones no se encontrarán en la superficie, en las estadísticas, porque el equipo catalán se mantiene dentro de la elite: es el líder en la Liga de España y se clasificó sin problemas para los octavos de final de la Liga de Campeones. Habrá que encontrarlas en los temas subterráneos, acaso, en la misma idiosincrasia azulgrana. Sí o sí habrá que desmenuzarla.Nadie lo dijo abiertamente. Así que también quedará bucear entre un par de presunciones que aparecerán en las primeras líneas del cuadro de situación de porqué no quieren al Tata. Lo cierto es que, apenas cinco meses después de haber sido designado, el presidente Sandro Rosell debió desmentir un prematuro alejamiento del DT, que, a mediados de 2013, firmó un contrato por dos temporadas, con opción a una tercera. Es que las versiones aseguraban que Martino no se sentía cómodo en la institución y hasta que ya no tenía demasiada ascendencia en el vestuario (sobre todo con Xavi, Pedro y Andrés Iniesta). Cada una de las partes lo negó, claro. La información surgió en la Argentina y trascendió como un relámpago en España.El cuento suena increíble. Sobre todo si se tiene en cuenta que el rosarino apenas perdió dos partidos de los 24 que jugó en el semestre. Tampoco importó la primera impresión, ya que se llevó el trofeo en la primera competencia, la Supercopa de España, nada menos que frente a Atlético de Madrid, dirigido por Diego Simeone. Se le critica el estilo, muchos menos lujoso que el del Barça de Pep. Como si todo pudiera mantenerse pese al transcurso del tiempo...Ni siquiera se tomaron en cuenta las lesiones de Lionel Messi y del arquero Víctor Valdes, dos posiciones fundamentales. Tampoco el bajón futbolístico y físico de Xavi, otra de las usinas. Eso sin contar que varios futbolistas integran una generación que, acaso, ya tocó el cielorraso de su trayectoria, tal el caso de Carles Puyol.Habrá que recordar cómo fue el desembarco de Martino. Llegó como el gallardo campeón del torneo Final 2013, con un Newell's que despertó admiración por la búsqueda ofensiva y los recursos desplegados. Tanto que, a veces, los rojinegros y los azulgranas fueron comparados a la distancia. Se dijo que tomó el avión apadrinado por la familia Messi -situación luego desmentida de un lado y otro del Atlántico-, pero ni...