La casa secreta con vista al mar que usó Perón durante su exilio en España

Postal de la Villa Buenaventura en Coma Ruga, circa años 50

Del largo exilio de Juan Perón en Madrid se conoce mucho y la literatura es abundante, pero sobre sus escapadas a la costa ibérica mediterránea, cuando solía visitar al médico catalán Antoni Puigvert en la ciudad de Barcelona, se sabe más bien poco.

Una leyenda, conocida entre los locales del balneario Coma Ruga, situado al norte de Tarragona, sostenía que Perón solía visitar esa playa y que para esto se alojaba, junto a su tercera esposa Isabel Martínez , en Villa Buenaventura, un palacete con vista al mar ubicado a solo cien metros de las aguas termales de la ría Riuet.

La mansión fue diseñada por el arquitecto Valentín Meyer Brodsky, famoso por haber sido el coautor del Hotel Alvear y del Edificio Colón en Mar del Plata

Villa Buenaventura está a 556 kilómetros de Puerta de Hierro , la famosa residencia de Perón en Madrid, tan frecuentada por emisarios de la resistencia peronista de las más variadas facciones. Pero la presencia del depuesto presidente en Coma Ruga siempre fue un misterio difícil de probar.

La historia, sin embargo, pudo confirmarse hace poco, e incluso arrojó una serie de datos curiosos poco difundidos, entre los que se cuentan que la mansión secreta donde se alojaban Perón e Isabel en los años sesenta había sido diseñada por un prestigioso arquitecto argentino.

El arquitecto, Valentín Meyer Brodsky , famoso por haber sido el coautor del Hotel Alvear y del Edificio Colón en Mar del Plata, había trazado además el ejido costero de aquel nuevo balneario frente a las islas baleares, a mediados de los años 50, a pedido de un magnate catalán que había hecho su fortuna en la Argentina, llamado Andreu Trillas.

Todos estos datos fueron ensamblados como un rompecabezas por el documentalista bonaerense Laureano Clavero y el periodista catalán Juan Manuel Baselga , quienes hicieron un cortometraje documental, Buenos días señor Presidente , dirigido por el argentino, que narra la historia de ese palacete y cuenta con el testimonio de una de las pocas personas que podía ingresar a la mansión: Victorio Carbonell, el mozo que les llevaba la comida a los dos futuros presidentes de la Argentina.

Victorio Carbonell, el mozo que le servía a Perón e Isabel el pollo al horno con papas cubierto por una campana de metal cuando la pareja se hospedaba en un palacete con vista al mar

Otra curiosidad: la hija y el yerno de Carbonell , aquel mozo de 17 años que le entregaba al general una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR