La Casa Rosada, entre el apoyo a Galli y el costo político

Luego del trágico recital del Indio Solari, el gobierno de Mauricio Macri reconoció que el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, de Cambiemos, "está muy complicado" por el contrato como fiador del predio y por la falta de controles. La postura oficial fue "esperar a una definición de la Justicia", pero "darle respaldo político".

"Creemos que está complicado, pero tiene respaldo político. Todavía no actuamos porque queremos ver primero una definición de la Justicia sobre la responsabilidad", señaló a LA NACION una fuente cercana al ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

En esa línea, el propio Frigerio dijo que "es la Justicia la que debe asignar responsabilidades, en esta falta de previsión u organización" y que "hay que ser muy cuidadosos antes de asignar responsabilidades". En la Casa Rosada había una profunda preocupación porque Galli es uno de los dirigentes jóvenes de Cambiemos y le atribuían una gestión prolija y con fuerte ejecución de obras de pavimentación y mejoramiento de hábitat.

"Que la Justicia defina su responsabilidad no quiere decir que no tenga respaldo político, porque está haciendo una buena gestión. Puso en marcha obras nuevas y otras que no se habían terminado", señalaban.

Sobre Galli pesaban las palabras del propio Macri. En una entrevista con el periodista Luis Majul dijo sobre la tragedia de Olavarría que "esto es lo que sucede cuando uno pasa por arriba de las normas".

El joven Galli, al que se vincula con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, recibió el apoyo de la gobernadora bonaerense, María Eugenia...

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