La casa de Carriego espera no convertirse en un recuerdo

Fue el 20 de diciembre de 1975. Mientras caminaban, le dijo al escritor Luis Alposta que no creía en esas pavadas de la Academia Porteña del Lunfardo. Cuando llegaron, el patio de la casa estaba, como de costumbre, lleno de gente. En medio del gentío, podía verse una mesa cubierta con un mantel de hilo y las comidas típicas de Navidad. Después de que la secretaria les dio la bienvenida a todos, Borges improvisó unas inolvidables palabras sobre el : Evaristo Carriego. Hoy, hace unos cuantos años que la Asociación de Amigos de la Casa de Evaristo Carriego dejó de existir y hace más de un año que la casa aguarda, desmantelada y tapiada, volver a funcionar. Después del fallo del año pasado del juez Víctor Trionfetti, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 15 de la ciudad de Buenos Aires, el inmueble situado en Honduras 3784 espera que se resuelva la instancia de apelaciones.

La sentencia de Trionfetti había ordenado que el gobierno de la ciudad reconstruyera el inmueble de tal modo que las cosas volvieran "al estado anterior al inicio de la obra", dando lugar al pedido de amparo interpuesto para que se detuvieran los trabajos de remodelación y se reparara la propiedad del poeta, que, desde el 9 de septiembre de 1981, funcionó como biblioteca.

El gobierno porteño presentó, entonces, una apelación a través de la Procuración General. La Justicia aún no se pronunció al respecto. Desde la cartera de Hernán Lombardi, el actual ministro de Cultura de la ciudad, afirman que "la obra está parada desde hace más de un año por orden del juez" y que "están esperando una resolución con mucha preocupación por el deterioro de la casa y mucha expectativa de poder continuar con la obra y abrir la biblioteca".

En algo coinciden las dos partes de la causa: la espera. "El gobierno de la ciudad apeló y estamos esperando. No podemos controlar los tiempos de la Justicia", explica Marcelo Charlón, miembro de la junta comunal N° 14. Charlón interpuso el pedido de amparo junto con Mónica Capano, María Cristina Souto y Ricardo Daniel Castañeda, y el patrocinio del abogado Pedro Kesselman.

Mónica Capano es una especialista en lo que a patrimonio histórico se refiere. Fue secretaria general de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad; y actualmente integra la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos y asesora a la presidenta del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura...

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