Cartas de los lectores

Vivir en la calle

A medida que avanza el calor podemos ver más personas viviendo en la calle. Entre ellas, también niños. Parece que si las personas se rehúsan a ser llevadas a albergues propuestos por la ciudad de Buenos Aires no hay posibilidad alguna de hacerlo. Vivir en la calle significa suciedad, enfermedades y riesgo para todos, para quienes eligieron esa forma de vida y quienes no. Significa también niños no vacunados, no escolarizados, no protegidos de los peligros de la calle. No debe ser una posibilidad del adulto decidir que los niños vivan en esas condiciones.

En este momento de cambios es preciso cambiar aquellas normas que permiten tomar decisiones que ponen en peligro al conjunto social y, sobre todo, a los niños.

Marta de la Hera

DNI 12.685.904

Ahora se explica

Los medios informan que la madre de la ex presidenta, a través de la Cooperativa El Aldabón, percibía sumas millonarias por la distribución de la correspondencia de ARBA en virtud de una fraudulenta tercerización por parte del Correo Argentino, único autorizado. Además, ahora se explican las constantes quejas de los contribuyentes que no podían obtener el descuento por pago en término y que adicionalmente eran penalizados por mora, al recibir los avisos de vencimiento una vez superados los plazos.

Eduardo Favelukes

DNI 4.384.451

El costo argentino

El fin de semana vi por televisión un acalorado debate entre dos empresarios textiles y un economista, más otro invitado. Los textiles defendían el período kirchnerista, alababan cuánto se expandió su negocio, se quejaban de la falta de ventas actual y rechazaban los lógicos argumentos del economista. No comprenden que la producción que lograron durante ese período fue con un costo en energía bajísimo, que destruyó las reservas del país. Si la electricidad, el gas, la nafta, el teléfono y el agua hubieran seguido el ritmo de la inflación, no se hubieran expandido de esa forma. Por saquear la energía de esa manera, el gobierno actual tuvo que subir las tarifas y está obligado a continuar haciéndolo. Obviamente, eso restó poder adquisitivo a la población. Además, para controlar la inflación, se mantienen las tasas de interés altas.

Al margen de esto, resultó sorprendente que ambos empresarios declararan que las prendas de ropa salen de fábrica a un precio de sólo 18 por ciento respecto del que se vende al público. Significa que la cadena de distribución y comercialización le agrega 80 por ciento al precio final. Básicamente...