Cartas de los lectores

La salida del default

Durante 18 años representé al Bapro en Bolivia, Perú y Chile, con residencia en este último país. Al estar la Argentina en default, nuestra calificación era de deudores grupo 6. Esta situación causó perjuicios a las pymes, que no podían importar por la falta de confirmación de las cartas de crédito, y a las exportadoras, a las cuales no les financiaban, especialmente a las fabricantes de bienes de capital y máquinas herramientas. Asimismo, se dificultaba la obtención de líneas de crédito que favorecieran la operativa de las mencionadas empresas.

Con la salida del default se activa ampliamente el comercio exterior y se logran más puestos de trabajo.

Eduardo Dell'Oca

DNI 4.361.024

YPF-Chevron

Las recientes declaraciones de la titular de la Oficina Anticorrupción, que justifican el ocultamiento de las cláusulas del convenio entre YPF y Chevron, hacen recordar que Immanuel Kant, en el segundo capítulo del apéndice de La paz perpetua, publicado en 1795, escribió: "Las acciones referentes al derecho de otros hombres son injustas si su máxima no permite publicidad. Este principio debe considerarse no sólo como un principio «ético», perteneciente a la teoría de la virtud, sino un principio «jurídico», relativo al derecho de los hombres".

Es llamativo que la persona designada para velar por la transparencia justifique esta transgresión al pedido de un legislador (originado en ocultamientos del anterior gobierno), convalidado por el más alto tribunal, y que se apoya en los fundamentos rectores de la más consolidada corriente del pensamiento ético-político del mundo democrático.

Carlos R. Constenla

DNI 4.608.304

Dólares a futuro

Según la página web de Rofex, una de varias modalidades de negociación de divisas a futuro es "dólar", "moneda de negociación: peso". Se supone que la inmensa mayoría de las tan comentadas "ventas de dólares a futuro" del Banco Central se hizo con este tipo de contratos. De ser así, el título "venta de dólares" es una impostura. Estas operaciones son meras apuestas -pagaderas en pesos- sobre el futuro valor del dólar. Quien lo subestima gana; quien lo sobrestima pierde. Antes de diciembre del año pasado, cuando el dólar valía alrededor de 9 pesos, el Banco Central apostó unos 70.000 millones de pesos a que en distintas fechas del año actual valdría no más de aproximadamente 10 pesos (cuando en los mercados extranjeros se calculaba a 14 o 15). Esto era como si el Banco Central hubiera apostado semejante...

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