Cartas de los lectores

Carta de la semana

Riquezas policiales

Un intendente fue asaltado en su country por dos delincuentes, con la complicidad de un vecino subteniente de la Policía Federal. Dicho oficial, además de alquilar su vivienda a un precio elevado en el mismo lugar, posee una camioneta Mercedes-Benz. El intendente no podía ignorar que un oficial policial no puede con su sueldo vivir tan ostentosamente. Asuntos Internos tampoco. No debería ser tan difícil para un organismo encargado de controlar la fidelidad de la policía saber cómo viven sus integrantes. Si no lo hicieron, algo está funcionando mal, y deberán corregirlo. Lo mismo sucede cuando en los noticieros vemos que un oficial fue asaltado para robarle una camioneta de alta gama.

Si los oficiales de la policía no disimulan sus riquezas mal habidas, es porque saben que nadie los controla. Otro trabajo más que deberá encarar (y solucionar) el gobierno provincial y también el de la Ciudad.

Ricardo Pinhas Slelatt

mailto:pinhasricardo@yahoo.com

Una oportunidad

¡Qué grato resultó escuchar a un presidente dirigirse a la Asamblea Legislativa con un mensaje para todos! Resulta difícil encontrar, en los anteriores discursos presidenciales ante el Congreso, la misma vocación integradora. Algunos dirán que hoy el Presidente "no tiene más remedio" que integrar. Es cierto, pero también lo es que quienes gobernaron con mayorías parlamentarias no aprovecharon la oportunidad para unir a los argentinos. Los discursos fueron siempre dirigidos al entorno partidario, a defenderse y a ofender, vacíos de contenido para el común de los ciudadanos.

Deseo, como argentino, acompañar este conjunto de buenas intenciones, para transformarlas en realidad para nuestros hijos y nietos. Este gobierno ha asumido un compromiso ético y profesional que obliga a cada uno de nosotros a hacer nuestra parte. Contamos con una historia de fracasos difícil de encontrar en otro país. No desaprove-chemos esta oportunidad.

Federico Giambastiani

DNI 10.809.229

De corderos a lobos

Si se tuviera que elegir un portador de la bandera de la hipocresía y el servilismo, con toda seguridad sería llevada por intendentes, senadores, diputados y gobernadores peronistas y kirchneristas. Durante doce años soportaron el desprecio hacia ellos del matrimonio presidencial, fueron manejados como lo hace un titiritero con sus marione-tas, concurrían a los interminables discursos de Cristina sólo para aplaudir y sonreír, simulando estar de acuerdo con lo que se...