Cartas de los Lectores
Estoy preocupado
Ayer me fui a dormir algo preocupado por la suerte de nuestros hermanos de Alemania, que están pasando tantas dificultades. Desde acá, en medio de la abundancia que hemos gestado en esta década ganada, dorada, disfrutada, los acompañamos en sus tribulaciones.
Nuestra prosperidad no nos impide ver las necesidades de otros pueblos (ya lo dijo la Presidenta). Somos, por suerte, un pueblo solidario. Dios quiera que las cosas mejoren por allá, así no nos vemos invadidos por alemanes, suecos, dinamarqueses, noruegos, franceses, holandeses, canadienses, australianos, que podrían volcarse masivamente a nuestro país en busca de subsidios y planes para jefes y jefas.
Gabriel Mazzinghi
DNI 10.650.103
Ni un niño menos
Es tristísimo ver la constante violencia física que ejercen los mayores sobre niños, sean éstos hijos, hijastros o con otro parentesco. La violencia contra un niño debe ser un tema prioritario para las autoridades. La ciudadanía debería convocar a una marcha, con un petitorio contundente, bajo el lema "Ni un niño menos".
Mariana Moavro
mailto:marianamoavro@fibertel.com.ar
Víctimas
Parte de la política judicial argentina actual afirma que una persona asesinada ya no es víctima? ¿por qué? Porque ya no es persona, por lo tanto no puede ser víctima y pasa ese "título" al agresor, que siempre tiene una excusa para serlo. ¿Un robo, una violación? Son hechos pasados e irreparables, por lo tanto la persona que lo sufre ya no los puede eliminar. Entonces no es una víctima, la pobre persona que robó, violó, mató es la víctima. ¿Por qué? Infancia desdichada, situación económica desfavorable? excusas.
Tenemos que valorar la muerte, una persona que muere sigue siendo persona ante sus familiares, amigos, por último y no menos importante, ante el Estado y Dios.
Santiago Sundblad
mailto:Santiago_sundblad@yahoo.com.ar
Recemos por ellas
Después de 30 años, tuve la inmensa dicha de reencontrarme con una amiga, en un convento de Carmelitas de clausura. Fueron unas horas deliciosas, donde comprobé su alegria, piedad, sentido común, y que está al tanto de las cosas que pasan a nuestro alrededor y mucho más. Compartimos fotos de la familia, recordamos nuestra infancia, nuestras amigas, ¡nos reímos mucho! Pero en realidad, quiero hacer hincapié en que son personas como nosotras, con la diferencia que Dios las llamó para esa vocación, como tantas otras consagradas, y a nosotros, en cambio, Dios nos llama a estar en medio del mundo.
Hasta tuvieron el detalle de convidarme con un tentempié, y me regalaron un hermoso CD con canciones...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba