Cartas de los lectores

la justicia por mano propiaEL ESTADO INDIFERENTEHace muchos años el Estado argentino se volvió indiferente con las necesidades de la gente. Empezó a ser indiferente con la educación, la base para una sociedad equitativa. Entonces cada padre buscó escapar de la precariedad de la educación pública y encontró en la privada la solución para sus hijos. Todos lo aceptamos en silencio. Se veía venir. Un día nuestra sociedad se dio cuenta de que la salud, los hospitales, mostraban serias deficiencias. Y dejó en manos de privados su salud. A veces a un costo muy alto. Y el Estado, otra vez, miró para otro lado, porque ya no tendría quien le reclame por la salud, ni controle en qué gasta fortunas por una salud que no sabe cuidar. Se veía venir.Desde hace unos años tenemos esta "sensación" de inseguridad, y ante la indiferencia del Estado, comenzamos a buscar nuestra propia seguridad en empresas privadas, muchas de dudosa procedencia. Empezamos a ver uniformes llamativos en puertas de shoppings, edificios particulares, clínicas privadas, colegios, countries, y hasta en los edificios públicos. Se veía venir.Ahora nos rasgamos las vestiduras y debatimos porque el espacio público, las calles, se transformaron en zonas liberadas para que nos roben y maten, ante la indiferencia de un Estado gigante, bobo, que no sabe lidiar con la inseguridad, como antes no supo trabajar para darnos educación y salud. La gente está totalmente desprotegida. Y eso llevó al mal humor social y luego a la autodefensa, totalmente desproporcionada, como válvula de escape para esta mortal inseguridad.Y si nos equivocamos cada uno de nosotros al buscar una salida para este flagelo, no es porque los argentinos seamos fascistas, de derecha, o nos dejemos llevar por una campaña mediática. Nos pasa porque el Estado es indiferente. Una vez más.El presente refleja ese pasado de indiferencia, y lamentablemente será el preámbulo de un futuro igual si no tenemos políticos que sean estadistas y una sociedad que sepa reclamar.Adrián Gluckmailto:Adriangluck@gmail.commailto:Adriangluck@gmail.comCONTRACICCIÓNPara el doctor Zaffaroni el delincuente es una víctima de una sociedad injusta, no resultando así alguien que vulnera el orden social. Por el contrario, quienes atacan al delincuente intentando hacer justicia por propia mano son asesinos. ¿No es ésta una verdadera contradicción?Jorge Luis ValianteDNI 4.365.063PREHISTORIALa Presidenta dictaminó que "la venganza es la prehistoria, el Estado de no derecho"...

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