Cartas de los lectores

cambios en el gabineteDOS CAMINOSEl nombramiento del doctor Axel Kicillof en el Ministerio de Economía puede ser una buena noticia, ya que hasta ahora teníamos lo peor de ambos sistemas económicos: capitalismo sin mercado más socialismo sin plan. El "no plan" se caracterizó desde 2007 hasta 2013 en parches que profundizaron las crisis (cepo, inflación, déficit, controles). Pero nadie puede tapar el sol. Es una paradoja que el mayor agujero cambiario y fiscal se da por la cuenta de energía, donde Kicillof era la voz del Estado en YPF hasta su expropiación, y cuyas importaciones consumen hoy todas las retenciones agropecuarias. ¿Es premio o castigo? Kicillof afirma en su libro de historia del pensamiento económico De Smith a Keynes: "La larga historia de la economía cuenta con más de un episodio en que la ortodoxia de turno creyó haber encontrado la verdad definitiva". Finalmente, ha llegado para Kicillof el momento de la verdad definitiva: la realidad. Deberá hacerse cargo y hacer cosas en las que no cree. Como le tocó a su admirado, pero no marxista, Keynes, quien afirmó que "en economía todo es posible, excepto evitar las consecuencias", y actuó con pragmatismo ante la desesperación y las ollas populares en las principales capitales del mundo. "Tuve que hacer cosas en las que no creo", dijo Keynes.Kicillof tiene dos caminos: profundizar el "no modelo" y dejar que el iceberg siga acercándose al Titanic, o recuperar la sensatez haciendo cosas en las que no cree.Fernando Brommailto:fernandobrom@gmail.comCRITERIO¿Por qué será que una persona que suele elegir a los mejores de su campo para encargarse de sus asuntos personales, como los doctores Pedro Saco y Facundo Manes, tiene un criterio tan distinto para seleccionar a los encargados de los asuntos colectivos a su cargo, como custodiar el valor de la moneda o encarar la lucha contra el narcotráfico?Guillermo Fajardomailto:gfajardo@express.com.arCÓDIGO CIVILNací en Hungría en 1941; era todavía un país con libertad. En 1946, mis padres decidieron buscar nuevos horizontes para el futuro de su hijo. Llegamos a la Argentina, donde a pesar de todos los gobiernos que tuvimos, pudimos vivir libremente. En los últimos 60 años se demostró el fracaso mundial de los métodos que propiciaron la intervención estatal en la regulación de la relación entre el Estado y el ciudadano. Hoy, con el proyecto de reforma del Código Civil, me toca vivir la sensación que tuvieron mis padres en 1946. El Estado se siente omnipotente...