Cartas de los lectores

Abolicionismo penalLA MEJOR PREVENCIÓNEl artículo de la Dra. Diana Cohen Agrest referente a las excarcelaciones de delincuentes no hace más que poner de manifiesto la cruel realidad que vive la población por la inseguridad. Nadie como ella puede expresar mejor el dolor por la muerte de un hijo a manos de quienes no respetan los derechos humanos de los demás. Ilusiones, esperanzas, sueños hechos añicos por la violencia de individuos marginales. Las leyes se han hecho para castigar tanta aberración con la prisión. Nadie se ocupa de los derechos humanos de compatriotas de todo el país que no tienen trabajo, agua potable, servicios cloacales, escuelas, hospitales. Es evidente que los actuales administradores de justicia no pisan terreno firme, y de ahí sus absurdas decisiones de otorgar libertad condicional a sujetos peligrosos para la sociedad. Y para colmo nadie les pide rendición de cuentas.La solución de las carencias que sufre gran parte de la población es la mejor prevención del delito. Lo demás es pura cháchara.Dr. Fernando EspiniellaDNI 4.274.277BIENVENIDO EL DEBATELa reacción que produjo mi carta sobre el supuesto abolicionismo penal que preocupa a la Dra. Cohen Agrest -y que no es tal en mi propuesta- me alegra, porque, más allá de algunas frases realmente preocupantes, revela que la polémica puede instalarse, y esto es bueno. Quiero señalar dos de estas frases. Una: "Un asesinato produce horror. Pero más me lo genera la carta del doctor José Deym y su supuesta «inteligencia y creatividad», porque ése es el camino de la soberbia y de la muerte". Obviamente a este lector le preocupa muy poco el asesinato o bien le preocupa demasiado la apelación a la inteligencia. La otra es: "Delincuente encerrado no puede reincidir extramuros". Esta frase es tremenda, ya que implica que cometer delitos intramuros no importa. En mi propuesta, de estricta vigilancia -luego podremos discutir si es practicable o no- no se puede reincidir ni extramuros ni intramuros.Las demás objeciones son razonables. Me satisface haberlas recibido, porque de la confrontación de ideas nacen las respuestas adecuadas. Lo peor es la indiferencia y el silencio.Dr. José Deymmailto:jdeym@fibertel.com.arLLAMADASLo había escuchado en los noticieros y pensé que les había sucedido por ser personas conocidas, de las que podían tener datos. Pero no. A la 1.30 de la madrugada recibí una llamada de uno de mis hijos. Le pregunté dónde estaba y me dijo que no sabía. "Estoy muy mal, ma, ayudame...